Nuevamente de dulce y agraz fue la jornada para los Zorritos del Desierto y es que sumaron un triunfo y una derrota frente al equipo de Lo Barnechea, en duelos que se disputaron en la cancha sintética del Club de Campo de Calama.
Los primeros que jugaron ayer por una nueva fecha del Campeonato de Clausura del Fútbol Joven de la ANFP fue la Sub-19 naranja, que venía de ganar por 2-1 a Rangers en Talca y luego igualaron 1-1 frente a O"Higgins de Rancagua.
Los pupilos de Roberto Spicto dominaron gran parte del primer tiempo y tuvieron varias ocasiones de gol, donde el portero del elenco xeneise se salvó, gracias a los balones que dieron en los postes del arco.
Pero, fue en la segunda etapa donde el cuadro naranja pudo afinar la puntería y a los 15" su goleador Matías Fernández abrió el marcador, desatando la algarabía de los dirigidos del profe Spicto.
Mientras que a los 42" el talentoso Alex Delgado terminó dando el golpe de nocaut al cuadro de Lo Barnechea con el 2-0, que los deja en la tabla de posiciones con diez unidades, quedando en los primeros lugares de este electrizante campeonato.
Tras este cotejo salió al campo de juego la Sub-19 de los Zorritos del Desierto, que esperaba sacarse los balazos de su última caída frente a O"Higgins en Rancagua por 3-0.
Sin embargo, los mineros no podían partir peor, porque con gol de camarín de Johnny Contreras la oncena de Barnechea se puso en ventaja y dio un verdadera balde de agua fría a los pupilos de César Bravo.
Por lo que los Zorritos se fueron con todo arriba en busca de la igualdad, la que llegó a los 38" con el tanto de su goleador Vildan "tanquecito" Alfaro, que aprovechó una mala salida del meta visitante para poner el esperado 1-1.
Tras esto, Bravo hizo ingresar a su figura Iván "Titi" Ledezma, que venía recién llegando de su paso por la selección, aunque el marcador no se movió en el primer tiempo.
Ya en la segunda etapa se esperaba la remontada naranja, que al final nunca llegó, porque a los 15" Barnechea aprovechó un contragolpe para poner el definitivo 2-1, que dejó a los loínos con sus mismas siete unidades.