BIEN ANIMAL
Hola amigos de La Estrella. Feliz de estar desde hoy y todos los jueves con ustedes. Estamos en el mes de los gatos, así es que todo debiese estar dedicado a ellos y a los amantes de los ronroneadores por excelencia. Porque muchas personas creen que los gatos no son una mascota muy entretenida, cariñosa o leal, pero quienes tenemos un gato de mascota, sabemos que esos mitos no pueden estar más equivocados. Estos pequeños felinos te dan una tremenda compañía y son amorosos.
Dicho esto, para quienes ya tengan un gatito y quieran acompañarse por un nuevo integrante felino, deberán tomar ciertas medidas, para que la llegada sea lo más natural y libre de problemas posibles. Lo primero, claro está, será llevar a la nueva mascota al veterinario para un chequeo de salud: algunos gatos son portadores de leucemia e inmunodeficiencia felina -que son contagiosas. Además se deberá desparasitarlo para que no contagie a los gatos de la casa a la que llega. Una vez que arribe al nuevo hogar, hay que llevar al flamante gato a una habitación separada, con su comida, agua, caja de arena y juguetes, de manera que empiece a conocerse con los demás a través de los olores y sonidos, pero separados por una puerta cerrada. Esto le dará confianza al nuevo integrante y a su vez, tiempo para que los otros empiecen a adaptarse. En esta etapa no hay que despreocuparse del gatito que se encuentra en la habitación, es fundamental todo el cariño y atención que se le pueda dar. A su vez, comienza la presentación que debe hacerse lentamente. Hay quienes lo hacen a través de la jaula de transporte. Ahí comienzan a verse y olerse. Puede poner 'golosinas' cerca de la caja de transporte para que vean esta llegada como algo positivo. Después de estos 4 o 5 días se puede realizar el encuentro con el nuevo gato en brazos. Hay que ponerse en un lugar cómodo, que permita que él o los otros gatos se acerquen, sin soltar al nuevo de sus brazos. Después de un rato, el gatito debe volver a su habitación. Usted creerá que esto es una exageración, pero los gatos son muy territoriales y necesitan su tiempo para adaptarse en la casa. No queremos que la llegada de un integrante sea motivo de conflicto.
Diez días después de la llegada a la casa comienza la prueba de fuego: los encuentros sin mediar jaula ni brazos. Si bien estarán solos, deberán ser vigilados. Los felinos podrán estudiarse, olerse, mirarse. Es normal que alguno bufe o trate de pelear en un comienzo, pero deberemos separarlos inmediatamente, al igual que si empiezan a refregarse. En ese caso, nos llevaremos al gatito y comenzaremos más tarde de cero con la presentación.
Suena como harto trabajo, pero si la adaptación se hace correctamente, solo puede esperar armonía y amistad entre su antiguo gato, el nuevo y su nueva familia felina. Además de haber crecido en número, crecerá en cantidad de alegría y amor. ¡Bienvenido al nuevo integrante!