BIEN ANIMAL
Quién de ustedes no ha tenido un perro por decir al menos complicadito de carácter. Un perro que a veces nos es tan difícil de descifrar. No entendemos por qué se comporta de tal o cual manera cuando nos esmeramos por darles todo lo que necesitan. Por qué le ladran tanto a ciertas personas; marcan la casa de un amigo haciéndonos pasar una tremenda plancha; o mientras los paseamos se asustan con autos o un motor de ruido fuerte. O incluso con sus pares, a veces adoptan una actitud agresiva o por el contrario, extremadamente temerosa.
A veces uno trata de justificar ciertos comportamientos pero siendo honestos sabemos que nuestro perro no se está comportando de manera 'normal' y es en ese momento cuando debemos decidir prestarle ayuda profesional. Si, profesional. Porque existe en el mundo animal la llamada etología, que se define en la popular Wikipedia como la 'rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en el medio en el que se encuentran'. En palabras simples, un etólogo es una especie de estudioso canino que verá por qué su perro se está comportando de la manera que lo hace. Estudiará el medio en que vive y se desenvuelve. Tratará de describir y explicar el comportamiento de su perro y el motivo de por qué lo hace a través de la observación y trabajos con este.
Es una ciencia relativamente reciente, y sus objetivos se establecieron recién en la segunda mitad del siglo XX. Si le suena raro, es lo que hace básicamente el afamado César Millán, más conocido como el Encantador de perros, que muestra en su programa (que no está exento de críticas por sus métodos no convencionales de terapia) cómo observa al animal y trata de comprender su conducta.
Esta observación irá acompañada de una terapia para modificar el comportamiento indeseado. Como en todas las disciplinas hay buenos etólogos y malos etólogos, por lo que si recurre a uno, deberá averiguar su experiencia. Un mal etólogo podrá incluso dejar peor a su perro. Tendrá que fijarse en aquellos que en el tratamiento usen el refuerzo positivo en contraposición a golpes o conductas violentas con su animal, ya que lo único que puede lograr eso es acentuar la conducta negativa. No todos son médicos veterinarios porque es una disciplina que se estudia por separado, pero claramente será mejor (en mi opinión) aquél que tenga además la experiencia médica, ya que en casos extremos podría incluso usar fármacos como coadyuvante de la terapia.
Todos queremos lo mejor para nuestros animales, y lo más importante al tomar la decisión de tener uno es tener claro que su bienestar deberá ser siempre una preocupación fundamental en su cuidado, razón por la cual si nota que su perro no está bien conductualmente y tiene los medios para hacerlo, no dude en consultar con un profesional de la conducta y bienestar animal.