La súper micro de la línea 114 tiene su protección antirrobos

IGNACIO ARAYA

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Es mediodía y varios antofagastinos salen de sus trabajos para alcanzar a almorzar a sus casas. En la esquina de Washington con Sucre, tres oficinistas hacen parar una micro de la línea 114. Al subirse, en vez de pagar su pasaje a la mano del chofer, ponen las monedas en una bandeja y reciben su vuelto.