Minutos de terror vivió un colectivero que trabajaba durante la madrugada en la ciudad.
A fin de reunir más dinero para el presupuesto familiar, opta por realizar su labor durante la noche. Las famosas "carreras", siempre dejan un poco más de dinero.
Quienes se desempeñan en el rubro del transporte, conocen todos los riesgos a los que se exponen al cumplir con sus tareas en este horario.
Este conductor de 49 años, sufrió a manos de la delincuencia. Claro que hubo un factor diferente en esta oportunidad. La víctima no fue atacada por hombres, sino que por una pareja de mujeres.
En la intersección de calle Arauco con Maipú, le solicitaron que le realizara un servicio especial y se subieron en la parte posterior del móvil.
El conductor jamás sospecho que dos señoritas se podían convertir en cosa de minutos en experimentadas ladronas.
De entre sus vestimentas extrajeron armas blancas tipo cuchillo, con las que lo intimidaron, exigiendo hiciera entrega de todas sus especies de valor.
Robo que lo sorprendió. Quiso oponer tenaz resistencia, se negaba a entregar la recaudación que había conseguido y menos sus artículos personales.
Pero las muchacha eran de armas tomar. En ese momento una de ella le propinó un corte directo en la cara, que lo dejó sin capacidad de reacción. Luego bajaron del móvil.
Pero no se fueron tranquilas. Incluso cuando ya estaban abajo, comenzaron a lanzarle piedras al colectivo, rompiendo varias de sus vidrios.
El conductor además tuvo la mala fortuna de recibir uno de los objetos contundentes directo en uno de sus ojos, quedando gravemente herido.
Por sus propios medios se trasladó hasta el servicio de urgencia del Hospital Carlos Cisternas, donde recibió la respectiva atención médica.
Los galenos a cargo de su revisión, establecieron que tanto el corte como el golpe de la piedra, le provocaron heridas de carácter grave.
La víctima de inmediato realizó la respectiva denuncia ante personal de Carabineros, a quienes les entregó la descripción de ambas mujeres que lo asaltaron. J
l Los colectiveros y taxistas que trabajan durante la noche, están conscientes de los riesgos a los que se exponen cumpliendo funciones en este horario. Muchos de ellos incluso se encuentran organizados, comunicándose de forma interna de movimientos y servicios que realizan, a fin de evitar exponerse a este tipo de situaciones.
El objetivo es que en caso de ser víctima u observar alguna situación sospechosa, alertar de inmediato a sus colegas, quienes en cosa de minutos llegan a prestar colaboración a quien se encuentre en problemas.
l Redacción