Tres detenidos y la incautación de 370 kilos de cableado eléctrico fue el resultado de un procedimiento de la Subcomisaría Antofagasta Norte.
El robo del cableado de telefonía que se vende en el mercado ilegal como cobre venía ocurriendo hace más de un mes en el sector norte, lo que motivó una línea investigativa en esta unidad policial que ayer arrojó los primeros resultados en una chatarrería.
Durante un empadronamiento en el lugar se encontraron 8 kilos del cableado, que posteriormente reconoció una empresa de telefonía como suyo. En las afueras de este lugar, además, se detectó a un sujeto que andaba con un saco con casi 17 kilos de cableado perteneciente a la misma empresa para vender.
La detención del dueño de la chatarrería, identificado como F.C.C.M., de 64 años, al igual que el vendedor M.A.V.A., de 44, permitió continuar con las diligencias y detectar durante la misma jornada un domicilio que funcionaba como una chatarrería ilegal, donde se decomisaron otros 350 kilos del cableado. En el lugar fue aprehendido un tercer sujeto L.A.O.V. de 45 años.
El jefe de la Subcomisaría Norte Antofagasta, capitán Juan Andrade, explicó que los tres detenidos quedaron a disposición de los tribunales por el delito de receptación y que tenían antecedentes por delitos similares.
Según se informó, el cableado es sustraído para vender en el mercado ilegal a $2.500 el kilo, por lo que el avalúo de este decomiso alcanza el millón de pesos.
La incautación del cableado eléctrico sólo representa una cuarta parte de lo sustraído a la empresa afectada en las últimas seis semanas con estos robos, que también tienen otros costos asociados. Los robos se han concentrado en el sector comprendido entre las calles Héroes de la Concepción, Pedro Aguirre Cerda, Huamachuco y Amatista, en una zona orientada principalmente a empresas. J
l Si bien en la empresa afectada no entregaron mayores detalles, sí trascendió que el robo ha dejado sin conexión de telefonía e internet a lo menos 50 clientes que en su mayoría corresponde a pequeñas y medianas empresas.
La ubicación de éstas en calles de poca iluminación y apartadas de los sectores residenciales ha facilitado el robo del cableado de parte de adictos, que posteriormente lo venden para obtener dinero y comprar droga.
l Redacción