Jorge Sampaoli dijo resignado, que Chile no tiene centrodelanteros. Héctor Tapia reaccionó indignado y gritó el nombre de Esteban Paredes. Paredes, a su vez, marcó dos veces en México e inició una candidatura solitaria. Los hinchas, en masa, pidieron su regreso. La prensa dedicó páginas al goleador e Iván Zamorano exigió su convocatoria.
En Croacia, mientras, Ángelo Henríquez anotó un gol en el triunfo del Dinamo Zagreb por la copa de ese país y alcanzó un récord: se convirtió en el chileno con más goles convertidos en Europa (21), uno más que Alexis. Su nombre, sin embargo, se mantiene en un segundo plano y de sus posibilidades en la Roja nadie habla.
Henríquez, concluimos, está desplazado al silencio. Y ahí surge una pregunta ingrata: ¿por qué nadie se acuerda de ti, Ángelo?
Peritos en el arte de hacer goles planten que a Henríquez fútbol le sobra. Es goleador y reboza talento. Tiene, entonces, condiciones para figurar en el horizonte de Sampaoli. De ahí, añaden los teóricos, que la falencia del ex U está en su imagen.
José Luis Fernández, periodista y experto en marketing deportivo, opina que el delantero es tímido. Que su nombre no ha sido explotado. Y que alguien (no sabemos quién) debe posicionarlo en los medios.
Rodrigo Ovalle, otro perito en el área y autor del libro "Gestión y marketing del deporte", explica que Henríquez es un producto y, como tal "¡Hay que darle exposición!"
Le pedimos a los expertos elaborar una estrategia ficticia para convertir a Ángelo en un líder de masas. Dicen "si quiere exposición, debe hacer goles". Primer requisito aprobado. Luego viene el plan. Y Fernández cree que llevarlo a cabo es labor del representante. "Debe preocuparse de que aparezca más en la prensa". J