Fue un llamado al 133 de la tenencia de Carabineros de Ollagüe, que ayudó en la detención de tres bolivianos que traían más de dos kilos de clorhidrato de cocaína a Calama.
A las 8:30 horas, personal policial que trabaja en la fronteriza localidad, recibió este llamado telefónico, avisando que tres personas, dos hombres y una mujer, se encontraban merodeando el poblado con actitudes sospechosas y siendo reconocidos en que no eran habitantes de Ollagüe.
Por ello, es que estos se subieron a un bus que venía a Calama, sin antes sospechar que el vehículo iba a ser fiscalizado por Carabineros.
De este modo, los uniformados al subir a esta máquina que transitaba por la ruta 21 Ch, a la altura del kilómetro 160, precisamente por la cuesta San Martín, pudieron percatarse que en la parte posterior del bus se encontraban tres pasajeros, con las mismas características que habían sido denunciadas al 133.
Fiscalización
Al ser revisados, Carabineros se pudo percatar que en el último asiento junto a sus equipajes, se encontraban tres paquetes envueltos en una polera blanca a rayas, las cuales eran contenedores de cilindros (ovoides).
Además, los uniformados notaron que los cilindros contenían una sustancia con un fuerte olor y similares a las características de drogas, hecho por el cual procedieron a detener a estos tres bolivianos y llevarlos a la tenencia de Carabineros de Ollagüe.
En el cuartel policial notaron que la primera bolsa mantenía 41 cilindros, mientras que la segunda 100 cilindros y la tercera 44 cilindros, haciendo un total de 185 paquetes de clorhidrato de cocaína.
Esta droga fue remitida al Instituto de Salud Pública de Antofagasta, donde tras analizarse se pudo percatar que se incautó dos kilos, 235 gramos de la fuerte droga.
Investigación
Los detenidos fueron identificados como F.C.P.C, mujer de 25 años, M.S.H, hombre de 32 años y O.V.C.T, sujeto de 47 años, los cuales quedaron detenidos por infracción a la Ley de Drogas, no sin antes ser llevados al servicio de urgencias del Hospital Carlos Cisternas. Estos fueron puestos a disposición del fiscal Raúl Marabolí para ser llevados a los tribunales de justicia. J
Cabe destacar que en este caso los ovoides no fueron tragados, sino que iban envueltos en una polera. Un ovoide es una bolsita hecha con un condón o un dedo de un guante de látex y que generalmente lleva en su interior clorhidrato de cocaína. Una persona puede cargar hasta un kilo y medio de droga en su organismo, pero basta que un ovoide, uno solo, se rompa para que quien lo lleva pierda la vida.
l Redacción