Como se ha ensuciado la historia de Cobreloa
Soy hincha de Cobreloa y siempre me han cuestionado por qué no me hago socio del club de mis amores, de aquél por el cual vibré con el título de 1992, aquél que me hizo llorar cuando perdimos las dos finales de la Copa Libertadores y por aquél que tuve el mismo sentimiento cuando descendimos el primer semestre de este año y por primera vez.
Nunca fui socio, porque nunca me gustó la dirigencia de Cobreloa, y es que en el tiempo del doctor Sergio Stoppel fue como la más decente que vi, donde cuando estuvo Gerardo Mella ya me comenzó a generar dudas, pero por lo menos éste nos sacó campeones, aunque nos dejara encalillados porque nunca se supo apaciguar la deuda tributaria que todavía arrastramos.
De ahí que Cobreloa vino en decadencia, con presidentes nefastos en el equipo, que de poco nos fueron bajando de nivel, donde creo que la última final que jugamos con el "Pelao" Acosta hace un par de años, fue solo suerte, porque ya veníamos en decadencia.
Recuerdo la vez que estaba sentado con mi hijo en el viejo y querido Estadio Municipal de Calama en la Avenida Matta, y Rodrigo Mannara con sus dos goles nos hizo evitar caer por primera vez en la Liguilla de Promoción para la "B", de la mano de Marco Antonio Figueroa.
De ahí me di cuenta que ya veníamos a la baja, pese a que ese año llegamos a semifinales de los playoffs, donde nos eliminó uno de los mejores Colo Colo de todos los tiempos.
De ahí que llegaban "paquetes" y más "paquetes" a Calama como el Tanque Jiménez, dos argentinos que venían por dos completos y unas papafritas, como Gonzalo Ucha y Cristian Alessandrini, que venían de la Cuarta División de Argentina y entre los dos en Cobreloa no marcaron ningún gol.
Cuando se cambió al ídolo José Luis Díaz a Nueva Chicago por un jugador llamado "Pablito Ruiz".
Sí "Pablito Ruiz", pero no el cantante, sino un jugador que al final nunca vistió la naranja y se devolvió al otro lado de la cordillera.
Después se contrató a un técnico que era como ayudante de Marcelo Bielsa, siendo que era como su amigo más que nada, que no aportó en nada.
Así se ha ensuciado la historia del equipo de mis amores y lo peor es que la dirigencia sigue haciendo mal las cosas, con las típicas peleas de los bandos.
Los hinchas somos los que sufrimos, y prefiero seguir un par de años más en la "B", pero limpiar al club de toda la basura que lo rodea.
Joaquín Morales,
hincha del "Zorro".