El final del torneo sigue siendo una incógnita
Santiago Wanderers y Colo Colo debería enfrentarse mañana en Talca.
Felipe Rioseco
En lugar de haber estado sentado en el avión que lo llevaría a Asunción, Justo Villar se disponía a atajar un cúmulo de pelotas en el Estadio Monumental. En Mantagua, los jugadores de Wanderers dedicaron la que sería su primera semana de vacaciones a trotar alrededor de una cancha. Coto Sierra, en paralelo, exigía recibir la copa que certifica a su equipo, Colo Colo, como campeón del Apertura, y un zaguero caturro pedía a gritos "mano dura".
Todo, producto de la horda de hinchas que obligó a suspender el partido entre ambos equipos. Porque el duelo que ambos equipos debían disputar en un plazo de cuatro días ha tenido igual número de suspensiones. Y hoy, muchas horas después de la guerra de Playa Ancha, todavía no hay fecha ni hora.
Colo Colo alegó que el organismo ha manejado el tema de manera "desprolija" y aseguró que "se han pasado a llevar los derechos de los jugadores". El plantel, agregó Blanco y Negro, ya debería estar de vacaciones.
El miércoles, además, la confusión recorrió 280 kilómetros y llegó a Talca: la ANFP informó que el partido se jugaría en el Fiscal sin siquiera haber hecho la solicitud correspondiente. El intendente del Maule se enteró por la prensa y dijo que el partido no se podía jugar ahí.
Ahora el plan es que se juegue mañana a las 15.30 en Talca y será Carabineros el encargado de autorizar el partido.
La Estrella Antofagasta