Cartas
Disconformidad por castigo a dirigentes loínos
Me permito como dirigente activo de Cobreloa pronunciarme sobre el comunicado oficial de nuestro club, en relación a los dirigentes castigados Jorge Segovia y Walter Aguilera.
Me parece inaceptable que algunos dirigentes se tomen atribuciones que no le corresponden como castigar a sus pares y ser jueces y parte de una situación que si bien es cierto dañan la imagen de nuestro club, no son ellos los indicados a impartir justicia.
Si desean que estos dirigentes sean sancionados, hay varios medios por el cual se puede llegar y son los que tienen las atribuciones para tomar cartas en el asunto.
Primero, el Tribunal de honor del club (Lamentablemente no hay) y segundo informar al Tribunal de honor de la ANFP por el caso de Walter Aguilera, ya que es presidente del Fútbol y a este tribunal le corresponde.
Sobre el castigo a Jorge Segovia, le corresponde el Tribunal de Disciplina de la ANFP por ser director y también a Estadio Seguro por intermedio de la Gobernación.
Por su parte, son los tribunales de justicia quienes también deben interceder por agresión mutua, por lo tanto el comunicado emitido por
Cobreloa carece de todo fundamento.
Por ello, creo que don Gerardo Mella, presidente de nuestro club, debe aclarar ante la opinión pública esta situación, ya que se actúa arbitrariamente y fuera de todo contexto, y dañan más aún la imagen de estos dirigentes.
Además, creo que esto quedaría como precedente que ante cualquiera situación podrían ser castigados otros dirigentes por sus pares por cualquier motivo. Me parece muy grave esta determinación y por eso hago llegar mi disconformidad.
Sebastián Vivaldi.
A medir los castigos
Tengo claro que la mayoría de los niños que acuden a los colegios, no se portan de la mejor forma y sobretodo los más pequeños que van a cursos en la educación parvularia y en los primeros, segundos y terceros básicos que son bastante inquietos. Pero, de ahí a castigarlos con atarlos a la silla de clases como ocurrió en el Colegio Río Loa, no me parece. Por ello, llamó a los profesores a medirse en sus castigos.
Irma Luna.