Bélgica reconoce que desestimó datos sobre uno de los suicidas
Bélgica reconoció ayer que cometió errores en el marco de la lucha antiterrorista, al no tratar con suficiente diligencia la información sobre uno de los suicidas del aeropuerto, dentro de una investigación que dejaría más claros los vínculos entre los ataques de Bruselas y los atentados de París.
Los ministros belgas de Interior, Justicia y Exteriores comparecieron ante el Parlamento para dar explicaciones después de que Turquía revelase que había avisado de la deportación a Holanda de Ibrahim El Bakraoui, uno de los suicidas, sin que el país tomase medidas para frenarle.
El titular belga de Interior, Jan Jambon, reconoció que hubo negligencia en la gestión del caso de El Bakraoui, y consideró "inaceptable" que no se hiciese "nada esencial" entre su detención en Turquía y su deportación a Holanda.
"Tras una reunión con la Policía federal, solo he podido concluir que alguien ha sido negligente", dijo y aseguró que la trayectoria de El Bakraoui permitía sospechar que podía tratarse de un potencial terrorista.
Anunció asimismo la apertura de un expediente disciplinario al funcionario de enlace de la Policía belga en Turquía por este caso.
Ibrahim El Bakraoui figuraba junto a su hermano Khalid, que se suicidó en el atentado contra el metro en la estación de Maelbeek, en una lista de vigilancia antiterrorista de Estados Unidos. Francia también tenía identificado a algunos de los terroristas que participaron, y España dijo poseer "alguna información" al respecto.