columna
Copa América: Después de vivir un Siglo
No hay claridad respecto de cuánto público llegó al estadio Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires el 2 de julio de 1916. Se habla de 10 mil espectadores; no faltan los que dicen que fueron 20 mil y el corresponsal de El Mercurio cifró en 30 mil los asistentes.
A esta altura, poco importa. Los que fueron, no sabían que estaban construyendo la base del torneo más antiguo del mundo a nivel de selecciones nacionales: la Copa América.
Tampoco lo debe haber sospechado el juez argentino Hugo Gondra al dar el pitazo inicial del encuentro entre Chile y Uruguay. Primer tiempo parejo, inclinándose la balanza a los 44 minutos cuando José "El Maestro" Piendibene anota el primer gol del torneo.
En los segundos 45 minutos, el portero chileno Manuel Guerrero ve caer tres veces más su valla, cayendo Chile 0 a 4.
Cuatro días más tarde, debutan los locales. Esta vez es el brasilero Sydney Pullen -que además era mediocampista en la Selección de Brasil- el que llama a los capitanes de Argentina y Chile para el saludo de rigor.
Bajó a la mitad el público asistente, que celebró a los 2 minutos de juego cuando Alberto Ohaco anota para Argentina. Sobre el final del primer lapso, Telésforo Baéz marcó el empate, en el primer gol de Chile en el torneo.
En el segundo tiempo desequilibrio absoluto y Argentina gana 6 a 1. El diario La Razón de Buenos Aires lo resumió así: "De no haber mediado el accidente de Gutiérrez -luxación de clavícula derecha tras chocar con Olazar- el equipo chileno no hubiera sido vencido con tan crecido número de tantos".
No existía posibilidad de sustituciones en esos días -aunque las crónicas de la época dicen que el público argentino pedía que fuese reemplazado el delantero chileno- por lo que Chile jugó gran parte del segundo tiempo con 10 hombres.
Para Chile quedaba aún el partido de despedida: frente a Brasil en el tercer partido del campeonato, ante 15 mil espectadores. A los 20 gol de Denóstenes para los brasileros y cuando el partido expiraba, a los 85 minutos, Hernando Salazar consiguió el empate y el primer punto para la escuadra nacional.
Después, el 10 de julio, Argentina empata a 1 con Brasil, mientras el 12 de julio Uruguay le gana a los brasileros 2 a 1.
La final entre argentinos y uruguayos se programó para el 16 de julio. Fue tanto el público que llegó a verla, que miles invadieron el campo de juego. El partido debió postergarse para el día siguiente generando un fuerte malestar que llevó a frenéticos aficionados a incendiar las tribunas del estadio de Gimnasia. Se cambió la sede y se jugó, al día siguiente, en la cancha de Racing. El empate dejaba campeón a los uruguayos y así nomás fue: 0 a 0.
La historia refleja que Carlos Fanta tuvo un doble rol en la delegación chilena: entrenador de la selección y el árbitro chileno en el certamen y como tal dirigió los últimos tres partidos.
Curiosidad de un torneo que cumple 100 años y que esta noche verá a chilenos y argentinos enfrentarse por primera vez fuera de las fronteras de Sudamérica.