Cartas
Destrucción de Cristo I
Señor director:
Las autoridades del Gobierno, en referencia a los sacrilegios cometidos por delincuentes encapuchados, lamentaron esta situación de la boca para afuera, no de corazón. Hay que recordar que la ideología comunista-socialista es atea, no creen en Dios.
Ya estoy harto de que cada vez que pasa algo la primera frase que escucho de las autoridades es "Vamos a presentar una querella". ¿Pero ustedes saben si alguna vez se ha sabido del resultado de una querella? Nunca. Es solo un manto para tapar tantos problemas que tenemos en nuestro país.
Además, el presidente del Senado muy suelto de cuerpo dijo que va a recurrir a instancias internacionales para reclamar por la agenda sobre la delincuencia, ya que algunos párrafos los considera como abuso excesivo.
En pocas palabras, una autoridad de Gobierno, presidente del Senado como el señor Osvaldo Andrade, avala la conducta de los delincuentes.
Ah... Ojalá que la señora que dice ser de los D.D.H.H. no le eche la culpa al Cristo crucificado de haber provocado a los "jóvenes que luchan por sus derechos".
Eduardo López
Destrucción de Cristo II
Señor director:
La imagen de Cristo destrozada en plena calle Alameda es el reflejo del odio que está echando raíces en nuestro Chile, no hay que ser religioso para preocuparse por la situación.
Estos son los momentos en que no importa la creencia religiosa de cada chileno, simplemente es el respeto hecho trizas. La cruda escena debería llamar a tomar las medidas que correspondan, de lo contrario para pasar de la destrucción de imágenes de yeso y alambre a la de vidas humanas por supuestas justas reivindicaciones, basta con cambiar de canal.
Un día muere un trabajador en Valparaíso, otro día vuelve a morir Cristo en nuestra mismísima Alameda de las Delicias y en vivo y en directo…
¿Qué están esperando nuestras autoridades?
Luis Enrique Soler Milla