Joven lleva cuatro años luchando tras sufrir la suplantación de identidad
Hombre inició acciones legales, pero si no logran ubicar al impostor la justicia no puede actuar. Ha tenido conflictos para postular a trabajos.
Redacción - La Estrella
Una salida del país encendió las alarmas en la vida de Marcelo Lillo (34). Quiso visitar Perú y antes de cruzar la frontera le dijeron que una orden de arraigo le impedía abandonar territorio nacional.
De inmediato pidió explicaciones a los funcionarios de migración, quienes le explicaron que además debía cancelar una UTM por el delito que había cometido.
Marcelo no entendía nada. Jamás había cometido un delito por lo que resultaba imposible que incluso tuviera una condenada.
Comenzó a indagar de qué se trataba hasta que para su sorpresa pudo confirmar que alguien había suplantado su identidad.
"La persona esta identificada hace mucho tiempo y se ha presentado con mi nombre cuando ha cometido tres delitos", explicó el joven .
Efectivamente, el impostor ha sido detenido por porte de arma blanca, robo en lugar no habitado y hurto simple. Sin embargo, a quien le aparecen dichas causas en su hoja de vida es a Marcelo Lillo, quien afirma no haber sido el protagonista de estos ilícitos.
"El se presentó a la audiencia utilizando mi identidad y provocando que hoy yo aparezca con antecedentes", explicó.
La pesadilla comenzó en julio de 2012 y desde ese momento comenzó un verdadero peregrinar para conseguir que el problema se solucione.
"Mandaron una orden de aprehensión porque no se presentó al juicio simplificado. Si no hay juicio no se puede hacer nada, hay que esperar nuevamente", explicó.
Según la versión de Marcelo, mientras no se consiga la ubicación del suplantador, aunque esté identificado, la justicia no se puede pronunciar.
"Hasta que lo encuentren no hay solución, si no está la persona no hay juicio", acotó.
Un problema que le causado más de un dolor de cabeza, porque desde esa fecha no ha conseguido un trabajo estable por tener sus papeles manchados.
"Lo único que me dijeron fue que con la carpeta fuera a buscar trabajo con la información donde dice que yo soy víctima, pero nadie me da trabajo así", remató un atribulado Marcelo.
Este joven solo espera tener soluciones pronto, porque los últimos cuatro años han sido una gran pesadilla de la que aún no puede despertar.