Osvaldo Vega Carvajal
Hoy Ayquina se viste de fiesta y es que se espera una gran cantidad de peregrinos para rendirle tributo a la Virgen en su día.
Pero, más allá de los bailes de los promesantes y de la gente que llega caminando a esta localidad para pagar una manda, se unen y entrelazan varias historias de fe y devoción, donde algunas llegan a ser nombradas como supuestos milagros.
El caso de Félix Soliz Barraza es uno de ellos, quien manifestó que desde pequeño, precisamente a los nueve años, que es un creyente de la Virgen de Ayquina y que al final esto lo ayudó para salvarse de una muerte segura.
Fue el 16 de agosto de 2014 en que Félix cayó al hospital, debido a que se le perforó una úlcera y estuvo cinco meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con riesgo vital.
"Estuve a punto de morir, pero me salvé. Después me fui a recuperar a Antofagasta y me quedé nueve días hospitalizado, pero en realidad estuve como tres meses yendo a curaciones en la capital regional", dijo.
Fue así que mientras se recuperaba en su casa, donde quedó con depresión, ya que no podía tomar agua ni comer, porque todo se le salía por una fístula, fue que su familia decidió llevarlo a ver a la Virgen todas las semanas a Ayquina.
"Llegaba más fortalecido cuando iba para allá, pero en realidad llevo 25 años caminando a Ayquina y creo que esta devoción por la Virgen sirvió para recuperarme. Ahora cuando realmente me curé, al año siguiente que fue el 2015, igual me fui caminando para pagar la manda y lo sigo haciendo", finalizó Soliz.
Por esta razón, es que Soliz se tatuó en toda su espalda a la Virgen de Ayquina en señal de agradecimiento.
Disminuyó su tumor
La joven Nicolle Alcayaga declaró que en el 2009 a su madre Magdalena Del Rosario Espinoza Contreras le dieron un mes de vida por un cáncer al páncreas fulminante. Le había dado una pancreatitis anteriormente.
"Ella quiso ir a pedir a la Virgen de Ayquina y le llevó una rosa. Por lo que después subía yo por ella a la fiesta y con el paso del tiempo subía ella con dolor y después iba bien", manifestó su hija.
Por esto, es que Nicolle explicó que hasta el día de hoy el oncólogo que la trataba en Antofagasta no se explica cómo fue disminuyendo el tumor que tenía su madre.
"El oncólogo no podía creer que de diez centímetros que tenía el tumor, bajó a diez milímetros a los tres años y es que iba todos los meses a control", precisó Alcayaga.
Sin embargo, debido a que se fue disminuyendo su tumor, esto habría tapado un conducto que libera la bilis y la vecina Magdalena Espinoza comenzó a retener líquido y fue el 3 de enero de 2012 que falleció.
"Ella estaba en su última etapa con el cáncer y le dieron pocos días de vida, y solo fue su fe en la Virgencita y en Dios y todo eso, y las ganas de vivir que la mantuvo viva", recalcó su hija.
Es así, que hasta el día de hoy que Nicolle junto a su hijo Benjamín y su hermana Javiera van a Ayquina para dar los agradecimientos y cumplir por la manda de su madre.
25 años, lleva caminando a Ayquina el promesante Félix Soliz para cumplir a la Virgen.
2012 falleció doña Magdalena Espinoza Contreras, quien fue una fiel creyendo de la Virgen.