Declaraciones

Señor director:

Ante las declaraciones de la señora Ángela Jeria, madre de nuestra Presidenta Michelle Bachelet a la salida del Tedeum, que en resumen apuntaron a una falta de patriotismo de la clase política por no tener un apoyo cerrado a las reformas que impulsa su hija y a la también falta de solidaridad y confianza, tópicos profusamente mostrados por las encuestas, cabe mencionar que es necesario recordar que en los albores de la segunda campaña presidencial de Bachelet, uno de sus puntos claves fue la independencia total de la clase política imperante en ese momento, en cuanto a sus decisiones y a no comprometer su presencia en su Gobierno.

Se venían caras nuevas, el esperado tiraje de la chimenea. Sin embargo, vale recordar que al poco andar de su Gobierno, los mismos antes dejados de lado, volvieron en gloria y majestad, a reemplazar a los noveles ministros y como la señora Ángela debe saber, la clase política no se ha renovado nada, por lo que hoy, a quienes ella fustiga de antipatriotas, son los mismos de siempre.

Por lo que sorprende que ahora se les cargue algo para lo cual no fueron invitados en los finales de 2013 y comienzos de 2014.

Por otra parte y es entendible que no haya mencionado el caso Caval, un verdadero "fuego amigo", mejor dicho "familiar" que bastante tiene que ver con el enrarecido clima político que ha acompañado la tramitación de las reformas, que desafortunadamente acompañará a su hija mientras esté en La Moneda, y de seguro quedará grabado en la historia de su Gobierno.

Vale decir que el disentir de la clase política no puede ser considerado antipatriota, simplemente es manifestar la verdadera opinión, que es más beneficiosa para los chilenos que la de asentir a todo, al precio que sea, por el partido y por la imagen personal y política para la posterioridad.

Para terminar, las sentidas palabras de la señora Ángela, más que una retórica política partidista, resultan un bálsamo para su hija Michelle, a quien ella ve muy poco, por su dedicación a gobernar y para quién ella desearía que los políticos y la gente tuviera más consideración. Pero olvida que la decisión de hacer política es voluntaria, no exenta de sinsabores y sin opción a llorar sobre la leche derramada...

Simplemente asumir, teniendo como principal objetivo el bienestar de absolutamente todos los ciudadanos en la forma y en el fondo.

Luis Enrique Soler Milla