Escuchar a la gente

Señor director:

Qué gran verdad dice Katherine Barriga, electa alcalde de la comuna de Maipú: "Yo sé lo que los vecinos de la comuna quieren, en eso trabajé. Ya está bueno de que las autoridades decidan o crean lo que quiere la gente."

¿Ven la diferencia? Es tiempo de escuchar a la gente, es tiempo de trabajar y darse entero por los vecinos, por sus comunas. Eso es el "verdadero servicio público" y no lo que hasta ahora hemos visto. Usar el tan manido "servicio público" para fines personales, mezquinos que solo usan para mostrarse, viajar de tour y no ocuparse realmente de investigar y conocer qué necesidades tienen las personas. El alcalde que trabaje bajo este objetivo, siempre será un alcalde transparente, honesto y querido por su comunidad.

Y ojalá los nuevos alcaldes tengan bien claro en qué consiste la verdadera labor de los concejales, que no es otra la de fiscalizar. El alcalde que entienda esto, le dejará claro cuál es el verdadero desempeño de ellos y no otro.

Myriam Richards Madariaga

Medicamentos contra la alergia

En esta estación la carga de alérgenos en el aire se incrementa producto del polen liberado por las plantas en floración, lo que provoca que un número creciente de personas sufran de alergias estacionales, padeciendo síntomas como los estornudos, prurito ocular, irritación de las vías respiratorias y escozor cutáneo, entre otros. Por esta causa, los antihistamínicos se transforman en uno de los grupos farmacológicos de mayor consumo.

A su uso masivo contribuye, además, el hecho de ser fármacos de fácil acceso, lo que propicia la automedicación, por lo que es importante conocer sus propiedades y los riesgos asociados a su empleo. Los primeros antihistamínicos que salieron al mercado son los denominados de primera generación, entre los que se encuentran la clorfenamina y la difenhidramina. Estos poseen marcados efectos sedantes, debido a que inhiben la acción de la histamina a nivel del sistema nervioso central, lugar donde esta sustancia interviene en la regulación de los estados de sueño y vigilia.

Por esta razón, hasta el 50% de las personas que consumen estos medicamentos, desarrollan somnolencia y disminución de la concentración, limitando su capacidad para manejar y su rendimiento laboral.