Mario Anziani Ribera
La eliminación de Cobreloa en la capital no fue el único hecho que ocurrió en el estadio Monumental. El jugador loína Christian Pavez tuvo un altercado con un guardia de seguridad del recinto de Macúl, del cual pudo haber tenido más que un problema.
El hecho ocurrió en la zona de vestuarios, cuando el jugador minero se iba a encontrar con su hija de 10 años, momento en el que el guardia del sector no dejó pasar a la menor.
"Fue más que nada una discusión, él me dijo cosas, pero magnificaron más las cosas ellos", comenzó su relato el volante de Cobreloa.
Pavez explicó que "cuando termina el partido, voy rumbo a camarines y me doy cuenta que están entrando los niños de los jugadores de Colo Colo, además del hijo de Arturo Sanhueza. Mi hija me hizo señas y le dije que pasara por el medio, me acerqué y ahí el guardia le cerró la puerta en la cara".
En ese momento el jugador se calentó y le dijo al guardia "qué te pasa, por qué le tiras la puerta en la cara y me respondió que cállate que ustedes ya perdieron, junto con otros insultos".
Fue en ese instante que las cosas se pusieron más complicadas, en donde el jugador naranja reconoce que hubo forcejeos pero que no hubo golpes.
"Estuvimos discutiendo y llegó el jefe de seguridad que me repitió lo mismo de que habíamos perdido, diciéndome además que si seguía así me iba a mandar preso", expuso el volante.
Sobre la denuncia que haría Colo Colo, el jugador se mostró tranquilo y dijo que "yo también tengo mis derechos por todas las cosas que me dijo él (guardia), hubo descriterio, además de todas las cosas que me dijo después que íbamos saliendo de la cancha, como aquí mandamos nosotros, que en Calama pueden hacer lo que quieran ustedes", cerró.
Un problema que al menos no terminó con el jugador detenido, pero que de igual forma habrá que esperar que ocurre en los próximos días.
10 años tiene la hija de Christian Pavez que sufrió con el guardia de seguridad, que no la dejó pasar.
Preso fue la amenaza que recibió el jugador por parte del jefe de seguridad del recinto, tras el forcejeo.