Redacción - La Estrella del Loa
Horas de terror vivió un colectivero de 35 años quien afirmó haber sido retenido por un trío de delincuentes.
La supuesta víctima comenzó su jornada laboral cerca de las siete de la mañana.
Poco después en la intersección de Pedro de Valdivia con Vargas, tres supuestos pasajeros le solicitaron sus servicios.
Lo que pidieron fue una "carrera" con destino al aeropuerto a lo que el conductor accedió.
Pasada la rotonda que conecta con el terminal aéreo, uno de los sujetos extrajo de entre sus ropas un arma supuestamente de fuego.
En ese momento el afectado supo de inmediato que estaba en problemas. Fue intimidado y luego obligado a bajar de su colectivo.
El grupo de antisociales le exigió subir al maletero, o de lo contrario su decisión le podía costarle la vida.
En ese instante comenzó el verdadero calvario que vivió las horas siguientes de aquello.
Los ladrones le arrebataron su teléfono celular, dinero en efectivo y documentación personal para luego atarlo de pies y manos.
Pensó por un instante que luego de concretado el atraco, y con el supuesto botín en su poder, él sería liberado.
Sin embargo eso era solo el comienzo. El hombre estuvo alrededor de ocho horas en la cajuela de su móvil.
Según lo que pudo percibir, los delincuentes se trasladaron por distintos puntos de la ciudad.
Gritó por largo tiempo, sin embargo su solicitud de auxilio no fue escuchada. Estaba resignado y se entregó al destino.
Recién pasadas las tres de la tarde confirmó que todo había concluido. El vehículo se detuvo y no se escucharon más voces.
El auto fue abandonado y la víctima finalmente fue rescatada luego que un hombre se percatara de sus gritos de auxilio y fuera en su rescate.
Luego se contactaron con Carabineros a fin de realizar la denuncia. El afectado afirmó que dos de los delincuentes tenían acento extranjero y el tercero parecía ser chileno. Se realizó un patrullaje sin conseguir su ubicación.
8 horas, fueron las que aproximadamente pasó encerrado en la cajuela de su vehículo el colectivero.
3 ladrones, fueron los que se hicieron pasar por pasajeros para asaltar y luego retener a su víctima.