En octubre de este año la mala situación económica de Cobreloa quedó expuesta a nivel nacional, cuando un grupo de profesores, apoderados y cadetes de los Zorros del Desierto protestaron en las afueras del Complejo Deportivo Juan Pinto Durán por sueldos adeudados a la gente que trabaja con el cuadro naranja en la capital.

Fue el capitán de La Roja, Claudio Bravo y el ex delantero de Cobreloa, Eduardo Vargas, quienes recibieron a la gente de Cobreloa.

Pero, en Calama estaba pasando lo mismo con los funcionarios del equipo minero loíno, ya que se les debía varios meses y muchos de estos funcionarios eran agobiados por las deudas.

Debido a la mala situación del Zorro, es que se pidieron varios préstamos para pagarles a los funcionarios y el partido con Colo Colo en Calama por la Copa Chile, también fue destinado en su recaudación para solucionar este problema. Tras juntarse tres meses impagos, que la dirigencia pagó antes de Navidad parte de lo adeudado a los trabajadores.

En la era de Carlos "Chifi" Rojas se trajeron a varios refuerzos para el sueño de ascender a la Primera División el próximo año y como se está haciendo costumbre en el cuadro naranja, prácticamente con suerte le atinaron a dos jugadores de los once que trajeron a Calama.

Desde el tiempo que se trajo a Lucas Barrios y Rodrigo Mannara como apuestas, que se ha hecho costumbre el mal ojo de la dirigencia minera loína.

Quienes llegaron a salvar el Zorro fueron el meta Ezequiel Cacace, Koob Hurtado, Vandinho, Manuel Ormazábal, Arturo Sanhueza, Pablo Parra, José Luis Silva, Christian Pavez, José Pablo Monreal, Santiago Barboza y Bibencio Servín.

De estos, quienes fueron aporte fue Cacace, Sanhueza y Monreal, los demás quedaron al "debe" y en el año se marchó solito Koob Hurtado por problemas personales (no estaba siendo considerado) y Santiago Barboza.

Osvaldo Vega Carvajal

Luego del triste y primer descenso de Cobreloa a mitad del año pasado, la dirigencia naranja siempre apostó por un rápido ascenso a la División de Honor.

Pero, las malas decisiones en el plano deportivo y económico, tienen a los hinchas naranjas más de un año y medio esperando por este sueño de jugar en la Primera División.

Se partió esta utopía con el técnico argentino, César Vigevani y pese a que tuvo un tiempo al equipo en los primeros lugares de la tabla de la Primera "B", la mala campaña de visitante le jugó en contra al trasandino y en abril de este año se le desvinculó faltando tres fechas para el término del torneo.

Lo reemplazó de manera interina César Bravo, por lo que la dirigencia naranja apostó todas sus fichas para nuevamente pelear el ascenso con el ídolo minero, Carlos "chifi" Rojas, el cual realizó varias contrataciones para cumplir con este objetivo.

Pero, el periodo del Chifi fue más que corto, porque tras un pésimo arranque del campeonato, donde sumó solo un punto tras cuatro fechas disputadas y donde tuvo al equipo como colista de la Primera "B", hizo que la dirigencia lo finiquitara en agosto de este año, aunque en esencia solo alcanzó a dirigir tres partidos, porque en una fecha el equipo quedó libre.

Por esto, es que la directiva de los Zorros del Desierto apostó por un hombre de casa como lo fue el técnico de la Sub-19 de Cobreloa, César Bravo, quien tomó este desafío que lo podía hacer despegar en su carrera como estratega.

Sin embargo, esta apuesta no fue la mejor, ya que el "Tomate" Bravo nunca pudo ganar como visitante y registró una de las peores campañas en la historia de Cobreloa.

En la era de Bravo solo se obtuvo una victoria en casa y se sumaron cuatro empates, haciendo un total de siete puntos, donde más el punto que dejó Rojas los Zorros marchaban penúltimos con ocho.

Así, tras renunciar, asumió en los dos últimos partidos su ayudante técnico, Rodrigo Meléndez, quien al ganar los dos últimos cotejos dejó a Cobreloa con 14 unidades.