Contraportada

E n la gala del Festival de Viña del 2012 Carola Mestrovic causó sensación con su vestido en tonos rosados pastel de Claudio Mansilla. Ella lo recuerda así: "Ese evento marcó un antes y un después para mí porque hasta ese minuto sólo me conocía un público más segmentado (el que veía "Yingo") y el de la gala de Viña era un público mucho más general. Sirvió para que, a través de la moda y el diseño, me conocieran otros segmentos de la audiencia. Por ejemplo, me acuerdo que después de eso hice el backstage del estelar 'El rey del show' (Chilevisión)".

Las palabras de la animadora concuerdan con el análisis de Kathy Bodis (ver página 74), quien reconoce que ya se está preparando a full para la cita. Su meta es bajar seis kilos y lograr objetivos comerciales. Lucía Gallo, gran amiga de Julita Astaburuaga, plantea otra mirada. "Yo le diría que fuera lo mejor posible, pero que no se someta a tratamientos que pueden hacerle daño a la larga. Debería trabajar con un asesor de imagen y que la ayuden con recomendaciones para exhibir una tenida bonita. No es necesario que baje tanto de peso para un evento así, porque es una exageración. Hoy las modelos no necesitan ser ultra delgadas", recomienda una de las primeras editoras de moda de Chile.

Alejandra Fosalba, habitué de cumbres estilosas, aporta que "muchas veces es tanta la exigencia para bajar de peso por un evento que es imposible de mantener y después te relajas y es mucho peor porque engordas el triple o te angustias demasiado con el tema. Yo voy a la gala, pero la idea es pasarlo bien. Y si no es así, simplemente decido no ir". En la edición 2016, Kika Silva fue la gran estrella con un diseño de Matías Hernán. "La gala es importante pero no creo que todo el mundo tenga que hacer dieta. Cada persona tiene su manera, hay que sentirse cómoda y ojala tener todo listo con anticipación", recomienda.

E-mail Compartir