Cartas
Cobros excesivos
Señor director:
Quería hacer llegar mi denuncia contra dos clínicas veterinarias de Calama que realizan cesáreas en la ciudad. El sábado 11 de junio acudí a la veterinaria El Cobre y Zona Animal con desesperación, ya que mi perrita, que era una bulldog francés, estaba preñada con siete cachorritos. Tenía una cesárea programada el 14 de junio en una veterinaria del Peuco, pero se adelantó el parto y el médico que la operaría estaba en Santiago.
Acudí rápidamente a estas veterinarias para atenderla, pero grande fue mi sorpresa cuando me dijeron que debía pagar 800 mil pesos por la cesárea, más $100 mil por cachorro vivo que naciera, lo cual encontré descabellado. Me fui a la otra veterinaria y me dijeron que cobraban $750 mil, más $50 mil por perro nacido vivo. Dije pero cómo tan excesivo el cobro y la misma modalidad en las dos veterinarias, que son las únicas que realizan cesáreas a las bulldog.
Yo no contaba con dicha cantidad de dinero, les rogué me atendieran y les extendía cheque o me esperaran dos días a que sacara a mi perrita de ahí y me dijeron por ningún motivo, no podían atenderme ya que debía pagar primero. Al final mi perrita falleció con sus cachorros por falta de atención, por no tener los medios en ese momento para atenderla.
Mi denuncia es por los excesivos cobros que tienen y más aún cuando cobran por perro que nazca vivo, si el fin de la cesárea es eso, sacar a los perros. No quiero que a nadie más le ocurra esto, ya que por tener un perro de raza se aprovechan. Hubiese querido que en los profesionales de ambas veterinarias primara el amor a su profesión y no al lucro a costa de nuestros animalitos.
Patricia
Pastor Soto
Señor director:
Lo que ocurrió con el pastor Soto es una verdadera falta de respeto. Entiendo su postura, si bien no la comparto uno debe aceptar que vea las cosas desde esa óptica, sin embargo lo que el hizo en pantalla ralla en la locura.
Definitivamente este hombre le hace mal a una religión, que sí tiene buenos creyentes, a gente noble y respetuosa. Él pide que respeten su fe, entonces debe hacer lo mismo, entregando respeto a quienes eligieron vivir el amor de otra manera. Aquí nadie tiene la verdad absoluta, pero sí tenemos criterio y la capacidad de discernir. Respetemos para ser respetados, es tan simple como eso.
Carmen Aranda