El estadio Sokol, el mismo recinto que año tras año ha sido el epicentro de alegrías en el mundo del básquetbol antofagastino con grandes títulos tanto locales como nacionales, ayer tuvo un escenario completamente distinto y lleno de pesar.
Darío Fernández de 65 años dedicó toda su vida al deporte de las canastas, defendiendo con honor la camiseta del club Germania. Como todo los domingos, se dispuso nuevamente a hacer lo mismo, enfrentando al club Sokol por la Liga Maxi, campeonato senior que reúne a los viejos estandartes del baloncesto antofagastino.
Lamentablemente, se trataba del último partido que jugaría este grande del básquetbol, quien dejó de existir dedicando hasta el último minuto su vida por la pasión que significaba una competencia cestera.
Según testigos que se encontraban presenciando este partido, Darío, quien era conocido por su constante alegría y buen ánimo, alrededor de las 10:30 horas, se mantenía jugando todo el primer cuarto, aunque sintió molestias. Es por eso que habría solicitado el cambio, abandonando la cancha.
Ya en el segundo cuarto, Darío quiso seguir entregando lo mejor de su talento y esfuerzo por su equipo de los germanos, por eso pidió ingresar nuevamente al campo de juego.
Sin embargo, por segunda vez en este partido su salud no lo quiso acompañar, por lo que nuevamente sintió un malestar y por lo cual se retiró del juego. Estando en la banca se habría desplomado, víctima de lo que sería un ataque fulminante.
Inmediatamente, el partido se detuvo y sus compañeros llamaron al personal de emergencias.
En el lugar se constituyó el Servicio de Asistencia Médica de Urgencia (Samu). El personal efectuó las maniobras de reanimación pero pese a los esfuerzos, lamentablemente el jugador falleció. También se hizo presente Carabineros para recabar los antecedentes de este suceso.
Darío es recordado por sus compañeros de equipo como "un muy buen amigo, por sobre todo" y como una "persona alegre, que siempre andaba tirando tallas".
Un hecho que causa gran pesar en la Liga Maxi y también en el mundo del básquetbol antofagastino. Ahora jugará en la cancha junto a Dios.
De luto está el básquetbol local: jugador falleció en pleno partido
El estadio Sokol, el mismo recinto que año tras año ha sido el epicentro de alegrías en el mundo del básquetbol antofagastino con grandes títulos tanto locales como nacionales, ayer tuvo un escenario completamente distinto y lleno de pesar.
Darío Fernández de 65 años dedicó toda su vida al deporte de las canastas, defendiendo con honor la camiseta del club Germania. Como todo los domingos, se dispuso nuevamente a hacer lo mismo, enfrentando al club Sokol por la Liga Maxi, campeonato senior que reúne a los viejos estandartes del baloncesto antofagastino.
Lamentablemente, se trataba del último partido que jugaría este grande del básquetbol, quien dejó de existir dedicando hasta el último minuto su vida por la pasión que significaba una competencia cestera.
Según testigos que se encontraban presenciando este partido, Darío, quien era conocido por su constante alegría y buen ánimo, alrededor de las 10:30 horas, se mantenía jugando todo el primer cuarto, aunque sintió molestias. Es por eso que habría solicitado el cambio, abandonando la cancha.
Ya en el segundo cuarto, Darío quiso seguir entregando lo mejor de su talento y esfuerzo por su equipo de los germanos, por eso pidió ingresar nuevamente al campo de juego.
Sin embargo, por segunda vez en este partido su salud no lo quiso acompañar, por lo que nuevamente sintió un malestar y por lo cual se retiró del juego. Estando en la banca se habría desplomado, víctima de lo que sería un ataque fulminante.
Inmediatamente, el partido se detuvo y sus compañeros llamaron al personal de emergencias.
En el lugar se constituyó el Servicio de Asistencia Médica de Urgencia (Samu). El personal efectuó las maniobras de reanimación pero pese a los esfuerzos, lamentablemente el jugador falleció. También se hizo presente Carabineros para recabar los antecedentes de este suceso.
Darío es recordado por sus compañeros de equipo como "un muy buen amigo, por sobre todo" y como una "persona alegre, que siempre andaba tirando tallas".
Un hecho que causa gran pesar en la Liga Maxi y también en el mundo del básquetbol antofagastino. Ahora jugará en la cancha junto a Dios.
De luto está el básquetbol local: jugador falleció en pleno partido
El estadio Sokol, el mismo recinto que año tras año ha sido el epicentro de alegrías en el mundo del básquetbol antofagastino con grandes títulos tanto locales como nacionales, ayer tuvo un escenario completamente distinto y lleno de pesar.
Darío Fernández de 65 años dedicó toda su vida al deporte de las canastas, defendiendo con honor la camiseta del club Germania. Como todo los domingos, se dispuso nuevamente a hacer lo mismo, enfrentando al club Sokol por la Liga Maxi, campeonato senior que reúne a los viejos estandartes del baloncesto antofagastino.
Lamentablemente, se trataba del último partido que jugaría este grande del básquetbol, quien dejó de existir dedicando hasta el último minuto su vida por la pasión que significaba una competencia cestera.
Según testigos que se encontraban presenciando este partido, Darío, quien era conocido por su constante alegría y buen ánimo, alrededor de las 10:30 horas, se mantenía jugando todo el primer cuarto, aunque sintió molestias. Es por eso que habría solicitado el cambio, abandonando la cancha.
Ya en el segundo cuarto, Darío quiso seguir entregando lo mejor de su talento y esfuerzo por su equipo de los germanos, por eso pidió ingresar nuevamente al campo de juego.
Sin embargo, por segunda vez en este partido su salud no lo quiso acompañar, por lo que nuevamente sintió un malestar y por lo cual se retiró del juego. Estando en la banca se habría desplomado, víctima de lo que sería un ataque fulminante.
Inmediatamente, el partido se detuvo y sus compañeros llamaron al personal de emergencias.
En el lugar se constituyó el Servicio de Asistencia Médica de Urgencia (Samu). El personal efectuó las maniobras de reanimación pero pese a los esfuerzos, lamentablemente el jugador falleció. También se hizo presente Carabineros para recabar los antecedentes de este suceso.
Darío es recordado por sus compañeros de equipo como "un muy buen amigo, por sobre todo" y como una "persona alegre, que siempre andaba tirando tallas".
Un hecho que causa gran pesar en la Liga Maxi y también en el mundo del básquetbol antofagastino. Ahora jugará en la cancha junto a Dios.