Jóvenes y alcohol

Señor director:

Estas Fiestas Patrias, además de ser buenos días para descansar, nos permitió observar cosas que quizás a diario ocultamos, pero que en jornadas como estas vuelven nuevamente a la luz.

Era terrible y preocupante a la vez, ver a tantos jóvenes consumiendo alcohol en las fondas u otros locales. Verlos caminar sin conseguir mantener el equilibrio a primera hora de la mañana, por supuesto luego de una extensa jornada de carrete. Menores que no sobrepasaban los 15 años.

Aquí no quiero satanizar el consumo del alcohol, nadie niega lo entretenido que puede ser compartir una copa con unos amigos, pero de ahí a perder la razón o la conciencia, a borrarse por completo me parece excesivo. ¿Cómo es posible que niños, porque aún lo son, brinden ese tipo de espectáculos? Tampoco se trata de cuestionar a los padres, porque lamentablemente hoy los adolescentes no respetan nada, pero es importante poner control, porque estos son adultos con problemas de consumo excesivo de alcohol. No se trata de prohibir, sino que de restringir la cantidad aceptable el consumo de alcohol y de postergarlo hasta una edad adecuada.

Mariela Ortega

¿Qué dejaron las Fiestas Patrias?

Las Fiestas Patrias ya quedan en el pasado y los recuerdos nos iluminan o agobian en la jornada laboral.

Por un lado los festejos no pasaron indiferentes y aún quedan algunos hogares, oficinas y lugares públicos recordándonos lo hermoso de este periodo. Por otro lado el exceso de alcohol e imprudencia cobraron sus víctimas, lo que nos hace recordar que sin importar una ley o los esfuerzos instituciones, siempre la irresponsabilidades de unos pocos pasará la cuenta.

Sin embargo, quizás lo más importante fue el sentido republicano que se vivió. Recordar nuestra historia y valorar las instituciones, es en esencia lo que nos debe tener felices que el esfuerzo de nuestros próceres no fue en vano. La gran Parada Militar y nuestros amigos extranjeros que se asombraron con esta fiesta o simplemente la comenzaron a comprender son una de las grandes virtudes de esta fiesta nacional.

Ahora a prepararnos con alegría para esta última etapa del año. Esperemos que la generosidad política y la sinceridad de los candidatos primen por sobre la demagogia y el populismo. La República que tanto ha costado debe ser resguardada y no podemos olvidar lo que vivimos estos días.