Cartas
Tómbola
Señor director:
Hace pocos días el exministro de Educación de Sebastián Piñera, Harald Beyer, ha cobrado nuevamente notoriedad pública por defender el sistema de admisión escolar centralizado diseñado por el gobierno de Bachelet -conocido comúnmente como tómbola- al indicar que el nuevo procedimiento es reflejo de la modernización del mismo.
Semanas antes, Sylvia Eyzaguirre -coordinadora programática de educación de Sebastián Piñera- ha señalado que el nuevo sistema presenta una serie de virtudes como la facilidad de postular, la optimización de las preferencias de las familias y la no discriminación.
Sin embargo, a pesar de que las supuestas virtudes sean valorables por personas vinculadas al exmandatario, aquellas son aplicables siempre y cuando consideremos a la educación como un commodity, donde son indiferentes los proyectos educativos en los cuales se forman los menores.
La visión mercantil de la educación expuesta por Eyzaguirre y apoyada tácitamente por Beyer, donde se oponen a las familias con las escuelas, no hace más que agudizar la crisis de nuestro sistema escolar y constituye un gran peligro para la existencia de diversos proyectos educativos, por consiguiente, para el derecho de las familias de escoger la educación que desean para sus seres queridos. No nos debemos olvidar que la educación es mucho más que un entrenamiento o el colocar en conocimiento algunos hechos. Mediante la educación se trasmite una visión del mundo.
Iván M. Garay Pagliai
Miente, miente... que algo queda
Señor director:
El pasado debate nos dejó nuevamente algunos episodios para el olvido. De una u otra forma esta instancia nos recordará el "se le acabó el tiempo" (salvado por la campana) y el error de modulación de algunos candidatos.
Sin embargo, la cita "miente, miente que algo quedará" mal atribuida a Lenin por Piñera y corregido por Artés atribuyéndosela a Joseph Goebbels, rozará en lo épico.
Ambos cometen errores garrafales. La frase es un aforismo que ya en 1267 Roger Bacon inmortalizaba como cultura "popular" con el famoso "como se suele decir: calumnia, calumnia que algo quedará". Incluso Rousseau y Voltaire la parafraseaban utilizándola en el siglo XVIII.
Francisco Sánchez