Mario Anziani Ribera
Uno de los reclamos más habituales en el último tiempo de parte de los conductores en Calama, es la mala sincronización de los semáforos, principalmente en la avenida Balmaceda.
La nueva semaforización en dicha avenida, aún se encuentra en etapa de sincronía fina, donde la Unidad Operativa de Control de Tráfico (UOCT), define los tiempos, de acuerdo a los horarios con mayor tránsito en el sector.
"Han habido muchas demoras y en este momento se está aplicando el estudio de escritorio de sincronía fina en cada cruce, para luego hacer una sintonía ya en sitio, viendo cruce a cruce y definiendo comportamientos", explicó el director del Departamento de Tránsito de Calama Francisco Piña.
El director quiso dejar en claro también que "el eje principal es avenida Balmaceda y los cruces más importantes son: Grau - Balmaceda - Prat; Grau - Balmaceda - Chorrillos; Balmaceda - Huaytiquina y como tercera o cuarta categoría Balmaceda - Antofagasta, y que esto hará que se sacrifiquen las calles secundarias, como es el caso de Ascotán con Balmaceda".
Al ser Balmaceda la avenida principal, es la que tiene la prioridad en cuanto al tiempo de duración de la semaforización, en desmedro de las secundarias, especialmente esto se hace más notorio en los horarios punta.
Otro problema
Es algo no menor y que también produce inconvenientes, y es que la locomoción colectiva en general, se detiene en cualquier lugar a tomar y dejar pasajeros, situación que también produce un retraso en el tránsito.
"El programa computacional que nos recomienda este tipo de proyectos de cómo sincronizar, se va al suelo cuando en algunos casos el comportamiento del usuario, no asume el tema de educación vial, de comportamiento, de uso, la locomoción colectiva que use las paradas y que deje a los pasajeros ahí", explicó Francisco Piña.
Dentro de poco tiempo, ya deberían estar completamente bien sincronizados los semáforos, noticia esperada por muchos.
Se puede caminar
De acuerdo a estudios europeos, una persona puede caminar hasta 300 metros para ir a un paradero de locomoción colectiva, algo que en Calama parece imposible, ya que nadie respeta los paraderos.
De ahí la importancia en respetar dichos lugares, que están establecidos. Los pasajeros se han acostumbrado en la ciudad a que ellos definen el lugar donde bajar, ya sea a media cuadra, en la esquina, provocando más de un problema en el tránsito.