Cartas
País dividido
Señor director:
No me parece correcto comparar la visita del Papa Juan Pablo II con la venida de Francisco. En la primera de las visitas la realidad de Chile era totalmente diferente a la que vivimos en la actualidad. Un país que necesitaba llenarse de esperanza y sobre todo, sentirse escuchado.
Sin embargo, en la actualidad la cosa es distinta. Un país que en su mayoría no comparte la visita del Sumo Pontífice, quien además llega en una de las épocas más complejas de la Iglesia Católica.
Los escándalos por abusos sexuales han conmovido al mundo y su credibilidad ha estado en entredicho en el último tiempo.
Los atentados a las iglesias no son más que la voz de quienes opinan lo mismo, pero no harán desmanes. Una visita de un líder espiritual que en vez de llenar al país de paz y reconciliación, en verdad lo está separando aún más. Posturas que parecen no tener punto de encuentro y que de verdad, hace reflexionar cuán buena será la visita del Papa.
Francisco se reunirá, ya se anunció, con las víctimas de la dictadura, pero aún nadie se manifiesta con aquellos que fueron víctimas de abusos por parte de religiosos. Ellos más que nadie merecen una disculpa directa del líder máximo de la iglesia.
Sumando y restando, creo que esta visita nos dejará un saldo más negativo que positivo. Espero equivocarme, pero todo hace pensar que si bien muchos saldrán a las calles a esperarlo o lo quieren escuchar, son mucho más lo que parecen estar contra su figura y lo que representa.
Sofía Araya
Semáforo
Señor director:
Me gustaría saber si la gente de la Dirección de Tránsito de vez en cuando sale a darse una vuelta por la ciudad para ver cómo andan funcionando las cosas. Parece que ninguno de ellos ha transitado por Avenida Balmaceda con Atacama, para darse cuenta de lo urgente que resultar instalar en dicha esquina un semáforo.
Seguramente como se suele hacer en este país, harán algo en reacción a un accidente con resultado fatal. Quizás sería mejor empezar a ser activos en vez de reactivos.
Dante Maturana