Mario Anziani Ribera
La altura de Calama no lo complica, Raúl Olivares llegó proveniente del fútbol boliviano, del Jorge Wilstermann de Cochabamba, en donde jugó Copa Libertadores, marcando una gran campaña personal y también de su equipo.
Ha pasado por varios clubes, comenzó desde temprano a brillar en la portería, teniendo aún sueños por cumplir, uno ascender con Cobreloa y el otro poder llegar a la selección nacional.
-¿Tus inicios como arquero?
-Yo salí de las cadetes de Colo Colo, estuve desde los 13 años, hasta que me subieron al plantel de honor a los 17 años, a los 18 me fui a préstamo a Santiago Morning, donde pudimos ascender a primera división, teniendo gran participación en el torneo de la primera B, regresando a Colo Colo el 2008.
Después de estar hasta el 2011 en Colo Colo, partí a La Serena, me fui a la Unión Española el 2013 donde salí campeón, quedando sin club el 2014, me fui a probar a Argentina y después terminé fichando en un club de Bolivia, Universitario de Sucre, donde estuve 6 meses para jugar en el Jorge Wilstermann, terminando contrato el 31 de diciembre del 2017 con ellos, jugando Copa Sudamericana y Libertadores.
-¿Siguiendo en la altura?
-Me acostumbré bastante en Bolivia, con muchos cambios de clima, porque en un lado habían 2500 metros, en otros 3000, 3800, eran bastante drásticos los cambios y la pelota corre diferente en los distintos lugares, así que en ese sentido uno acostumbrándose a todo los lugares que te tocó jugar, ahora en Calama, tratando de adaptarme, lo que va muy bien en esta primera semana que llevo, que me tiene contento.
-¿Por qué te bautizan como "La Araña?
-Nace en cadetes, cuando estaba chico, 14 años más o menos, siempre me quedaba pateando tiros libres con mis compañeros, en ese tiempo estaba Luis Valenzuela, le ataje a Matías Fernández que siempre se quedaba pateando con el "Mago" (Valdivia), Mauricio Donoso cuando estuvo en Colo Colo y que le pegaba bastante bien y ahí fue surgiendo el tema de la araña porque trataba de sacarla del ángulo y así fue creciendo de a poco, ahí me dibuje una araña en la camiseta de cadetes, me gustó, vi que era bueno y seguí con eso.
-¿Buen apodo para un arquero de todos modos?
-Yo considero que fue algo que se dio, no fue algo que lo busqué y a medida del tiempo fue permaneciendo, porque no es algo negativo, sino más bien positivo.
-¿Cómo te consideras como arquero, cuáles son tus virtudes al arco?
-Trato de ser un arquero rápido, un arquero ágil, me gusta ordenar, siempre darle tranquilidad a la defensa que para mi es lo más importante, que ellos se sientan tranquilos, tratar de salir a cortar centros cuando se pueda, aunque por ahí el puesto es bastante ingrato, porque a veces uno sale a cortar 20 centros y ninguno de esos sale en un compacto.
Llegó en un momento importante de su vida a Calama, hacía poco tiempo que perdió a su abuelo, no se sentía bien y fue Nelson Tapia quien le dijo que se viniera a Calama, el lo pensó porque decía que necesitaba ese tiempo para acomodar las ideas para partir de cero, sin problemas, así fue que dio vuelta la página nuevamente en su vida y se vino a Calama en donde espera poder subir con Cobreloa y porqué no, volver a la selección.