Cartas
Una palta de respeto
Sin duda en estas últimas semanas el tema del alza de las paltas no ha resultado indiferente. Y menos para los reyes de los memes.
La reina por excelencia de nuestras mesas bordea hoy los $3.000 en algunos supermercados, alcanzando un peak de $4.500. En el entendido que dicho guarismo corresponde a un 1,6% aproximadamente de un sueldo mínimo en Chile. Si bien hoy en día el tema ha perdido un poco de cremosidad, se mantiene en el aire la incertidumbre social de su repentina alza.
Pero echemos mano al tiempo. La reina palta nunca ha sido un fruto económico, por lo general está por sobre la media de los precios en el verdulario nacional. Entonces por qué la barahúnda. Algunos acusan al mercado internacional, otros a la escasez del producto en Chile, el impacto hídrico en zonas agrícolas o simplemente el juego del mercado de los distribuidores, considerándose una falta de respecto a los consumidores.
El problema es que el goloso se acostumbra a un embeleco hasta que se empacha y eso nos pasó a los chilenos con la palta Hass. Siendo que en nuestro país hay más de ocho tipos. Creo que debemos recurrir a la memoria para recuperar el consumo de la palta fuerte o la negra de la cruz, sabor que sin duda nos hará recordar la clásica marraqueta con palta de la infancia.