Declaran culpable a reo por homicidio cometido en la cárcel
Crimen ocurrió hace casi un año y tuvo como víctima a un colombiano que fue apuñalado.
Redacción - La Estrella de Antofagasta
El sábado, al mediodía, será leída la sentencia definitiva de Sergio Antonio Cabrera, interno del Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado (CCPC) de Antofagasta condenado ayer por el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal como autor del homicidio de otro recluso.
La víctima, Jeffrey Eder Mosquera Rentería, de 22 años y de nacionalidad colombiana, compartía módulo con el imputado, quien en el juicio renunció a su derecho a guardar silencio.
Según la acusación del fiscal adjunto Carlos Lillo, el 24 de marzo del año pasado, en horas de las mañana, a raíz de problemas anteriores con el extranjero, Cabrera se abalanzó sobre éste con un cuchillo de fabricación artesanal y lo hirió en el costado derecho, provocándole una lesión torácica posterior derecha y hemoneumotórax derecho de carácter grave, lesiones que finalmente cobraron su vida.
Como querellante particular compareció la madre de la víctima, que adhirió a la acusación fiscal. La defensa del acusado, en tanto, sólo pidió que le fuera reconocida una circunstancia atenuante, ya que a su juicio desde un comienzo su representado se mostró dispuesto a colaborar con la justicia.
Al declarar ante los jueces, Sergio Antonio Cabrera dijo que la víctima llegó días antes del hecho al módulo 43, que alberga a internos de alta peligrosidad, por lo que la relación en su interior es difícil. "Ya a su llegada dijo haberse sentido mal tratado por el ciudadano colombiano, y es por ello que lo agredió, esperando que sería una lesión sin importancia pero que significaría su traslado a la enfermería y allí se acabarían los problemas", informó la Fiscalía.
El recluso precisó también que le faltaban unos 20 días para terminar su condena de 6 años y por eso no quería tener problemas. Junto a ello dijo lamentar lo ocurrido, ya que no deseaba matarlo, sino que sólo lesionarlo levemente.
En cuanto al arma utilizada, señaló que correspondía una de tipo hechiza que los internos de ese módulo solían guardar debajo de la mesa.
Además, indicó que posteriormente se había entregado a los gendarmes y confesado que era el autor de las lesiones.
22 años tenía el recluso que murió tras ser apuñalado por su compañero de módulo.