En Cobreloa no se desesperan por tener que sumar más refuerzos
El técnico Víctor Rivero confirmó que solo serán incorporaciones nacionales si se trata de jugadores que realmente suplan falencias. Plantel no se cierra a llegada de nuevos jugadores.
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Hasta mediados de agosto -específicamente, un día antes de que se juegue la cuarta fecha de la segunda rueda, los equipos de Primera B tendrán la opción de sumar a tres jugadores nuevos dentro de sus planteles.
Algunos ya tienen dos, otros completaron la cuota de incorporaciones cuando aún faltan dos semanas para el retorno a la competencia y la gran mayoría sigue sondeando nombres.
Pero en Cobreloa, la situación es distinta y ha ido variando conforme avanzan los días. En un principio, la evaluación del técnico Víctor Rivero era la de sumar un jugador por sector de la cancha -defensa, mediocampo o delantera- y tras la incorporación del ex Coquimbo Unido, Daniel Vicencio, el entrenador se dio por conforme.
"Pasa que siempre, supimos que es mejor tener un grupo corto pero muy competitivo, como en la primera rueda. Por eso, si bien se fueron algunos jugadores y apenas llegó Daniel -Vicencio-, esta vez contamos con los 18 jugadores profesionales en buenas condiciones físicas y sin los problemas de lesiones que tuvieron en el primer semestre. Los tenemos a todos sanos y eso alienta una competencia entre ellos por jugar", dice el adiestrador loíno.
Opciones
Pero Rivero no se cierra, aunque reconoce que "le hemos dado opciones a que se solucione lo de Lucas Simón -el tema de su tardía nacionalización- para optar por algún jugador extranjero. No queremos apresurarnos y no vamos a traer por traer".
Quiere un volante ofensivo y un delantero, si es posible. Pero si la única alternativa está en el mercado chileno, el DT reconoce que "no vamos a jugarnos por traer a un jugador que no nos convenza totalmente. A diferencia de lo de Vicencio, que era un jugador que traíamos con una función específica y esa ya se está viendo", en referencia a que el defensor central es la pieza clave para que el equipo adopte la estrategia de cambiar su dibujo táctico y jugar con tres hombres en el fondo.
La referencia juega a favor de Rivero con sus antecentes en primera B de años anteriores. En su primera experiencia como entrenador, en el San Luis campeón del ascenso en la temporada 2014-15, el porteño solo utilizó un 29 jugadores en un grupo donde finalmente jugaron 25 en una competencia de 36 fechas.
Lo de Everton 2015 también habla de un plantel corto. Allí, Rivero utilizó solo a 24 jugadores entre profesionales y juveniles, eso para un torneo en donde "los ruleteros" jugaron dos ruedas de 15 fechas más una liguilla en ambos semestres.
Lo mismo en su brillante campaña de Unión La Calera en 2017, donde asumió en una sola rueda, reestructuró el equipo, redujo el número de jugadores con minutos en cancha y terminó levantando el título.
No obstante, la segunda rueda no admitirá tropiezos. Y a pesar de que la versión hacia afuera del vestuario es que el grupo de 18 profesionales y seis juveniles es lo que se necesita hoy, la incertidumbre en la directiva existe y la llegada de más jugadores pareciera cosa de días. Al menos, para disminuir el margen de error.
5 extrajeros tiene hoy Cobreloa: Guillermo Firpo, Sebastián Ramírez más Rafael Viotti, Gonzalo Abán y Lucas Simón. No puede traer más.
24 jugadores conforman el actual plantel loíno. De ellos, 18 son profesionales y otros seis son sub 19, 17 y 16.
La Estrella