En julio del año pasado Ivonne Sofía Sepúlveda González recibió esas noticias que nadie espera. Tras unas revisiones médicas, le dieron el maldito diagnóstico que nadie quiere escuchar. Tenía cáncer.

A sus 37 años Ivonne tenía un cáncer cervico uterino. El grado del tumor era tipo dos y medía cinco centímetros .

Obviamente el mundo se le vino abajo, todos sus sueño, anhelos o tal vez sus simples deseos estaban condicionados. Por su enfermedad tuvo que cambiar su chip interno pese a la incertidumbre que comenzaba a dominarla.

En forma urgente la operaron en septiembre. Debió quedar internada en el Hospital Regional y posteriormente iniciar todo los tratamientos relacionados. También tuvo que estar en Santiago. Fueron meses muy duros, los que afortunadamente pasó sin mayores problemas.

También debió vivir la dureza de los tratamientos de quimioterapia en el CAN en oncología, sumado también las 26 sesiones de radioterapia.

"Cuando a uno le dicen que tiene cáncer piensa lo peor, se viene todo al suelo, se viene la muerte y todo eso... después uno se tranquiliza y a través de los tratamientos comienza a estar mucho mejor", recuerda.

"Gracias"

Ivonne agradece por todo el proceso de recuperación, por toda la atención que le realizaron en los servicios de salud del Centro Asistencial Norte (CAN) como también en el Hospital Regional de Antofagasta. Comenta que nunca se imaginó el apoyo que tendría y sobre todo la rapidez con que todo salió.

Destacó la ayuda entregada prioritariamente por su familia como también por quienes la atendieron en el sistema de salud antofagastino.

Ivonne con 37 años es una joven madre que tiene tres hijos, de 22, 18 y 13 años. Además tiene 4 nietos. Vive junto a sus padres, quienes han sido su pilar en estos difíciles momentos.

En la actualidad Ivonne está muy bien, muy contenta y con una sonrisa que contagia.

Atrás quedaron esos días de pena, de amargura e incertidumbre por saber que le podía ocurrir.

En forma muy especial recuerda todas las atenciones del doctor Ernesto Hurel, quien la atendió y cuido cuando estuvo enferma y sobre todo cuando estaba con el ánimo por el suelo.

También generó importantes amistades con pacientes de otras regiones del país y con quienes pudo compartir en la capital o aquí mismo. Incluso con una amiga de Copiapó la que sigue en tratamiento, aún mantiene una gran amistad. "Ella siempre se queda en mi casa cuando le corresponde venir por algún tratamiento", señala.

"A mí me fue bien, me trataron súper, son unas muy buenas personas los del servicio", agrega.

Cero peso

En otro de los aspectos que Ivonne quiere resaltar es que por estar la enfermedad en el plan Auge, ésta no tiene costo para el paciente. "Sino hubiera pagado millones y millones. Como no puedo sino agradecer a todos los que me han ayudado", dijo.

"Cuando a uno le dicen que tiene cáncer piensa lo peor, se viene todo al suelo" Ivonne Sepúlveda, joven madre

Otras de las cosas que agradece Ivonne es la actitud que tuvieron en su trabajo. Ella es cajera en el sistema de apuestas de carreras de caballo Teletrak . Ahí sus jefes le dieron todo el apoyo y facilidades en lo que fue el tratamiento de su enfermedad, situación que en otras empresas lamentablemente no ocurre.

Apoyo en pega