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Milagro de Ayquina: peque se salvó de morir tras accidente

En el 2010 un bebé de dos meses estuvo en riesgo vital y los médicos no dieron ninguna esperanza.
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Con bastante emoción, Pía recuerda una de las peores escenas, que tiene guardadas en su memoria. En diciembre de 2010, vio como la vida de su pequeño hijo de dos meses se apagaba de a poco.

Esto, tras un accidente de tránsito en el que su pequeño hijo fue quien sacó la peor parte. El menor, tuvo una hemorragia craneana dejándolo internado en el Hospital Regional con riesgo vital.

Según la madre, Pía Mondaca, los médicos no le dieron ninguna esperanza de vida, por lo que su desconsuelo era mayor.

"En Antofagasta nos dijeron que el cerebro terminaba de hincharse de 3 a 5 días y que esos días no nos daban ninguna esperanza de vida para mi hijo. Lo internaron en la UCI y lo pusieron en un coma inducido. Él bebé tuvo convulsiones y estaba lleno de máquinas y cables, así que lo único que nos dijeron al otro día es que teníamos que dejar firmado varios papeles por si le pasaba algo y había que intervenirlo o por si simplemente moría".

Fue en ese momento, que su fe y la de su familia fue el único calmante que pudo tener. Ella se encomendó a la Virgen de Ayquina, pidiéndole que salvara a su pequeño o que de lo contrario se lo llevara.

"Estaba destrozada. Es mi primer hijo y me costó bastante el embarazo. Tenía dos meses y lo iba a perder. Fue horrible eso, después lo único que hacíamos eran cadenas de oraciones en Calama, donde los bailes religiosos en los que estábamos metidas por nuestra familia y también la de mi pareja nos apoyaron", comentó la joven madre.

El Milagro

Tanto fue la desesperación de Pía, que lo encomendó a su la Virgen de Ayquina y también al niño Dios de la chinita y el niño Zambo del baile religioso, rogándole por la salud de su pequeño y con el dolor de su corazón, también tuvo que pedir que si no era para este mundo, era mejor que se lo llevara.

Aseguró que fue una de las más duras palabras que salieron de su boca. "Eso fue lo peor que me hicieron decir, porque todos me decían que era mejor que pidiera a la virgen que me devolviera mi hijo bien a que esté sufriendo él y yo para siempre", dijo Pía.

El 25 de diciembre, esta joven madre recibió una llamada que la alegró. Los médicos intervendrían al pequeño para sacarle la sangre coagulada, pero estaba el riesgo de que no soportara la cirugía. Nuevamente las cadenas de oración y los rezos fueron la única forma de calmar los nervios.

Todo salió bien, por lo que el pequeño comenzó a recuperarse, claro que la parálisis de su lado izquierdo, fue una de las secuelas que con el tiempo fue desapareciendo. Actualmente, este pequeño va a cumplir tres años y no tiene ningún tipo de discapacidad.

Ahora hasta es parte de un baile religioso y cada año lo ponen bajo el manto de la virgen, para que lo siga cuidando como ha sido la tónica desde aquel accidente y la joven madre le baila cada año.

"Tras el alta, a mi hijo lo derivaron a la Teletón para controles". Pía Mondaca, La joven madre.