Hacía bastante tiempo que no iba a lo que es uno de nuestros escasos puntos de interés turístico y recreativo cómo es la Playa Artificial Covadonga y debo decir que inicialmente fue un fuerte impacto, ya que sentí un cúmulo de sentimientos adversos e interrogantes variadas al ver en la paupérrima situación en que se encontraba.

Asimismo me hizo pensar y cuestionarnos a nosotros en el "Movimiento de Fuerzas Laborales Independientes Pro Defensa de Tocopilla", que exigimos el financiamiento para la otra playa del sector centro, cuando en la práctica ni siquiera somos capaces de mantener una en forma idónea, también me pregunté ¿Vale la pena para quienes luchamos constantemente cual Quijote loco y soñador por un mundo justo y mejor para todos sin exclusión, estamos siendo comprendidos y acompañados por nuestros semejantes o simplemente hacemos el ridículo ante tanta inexistencia de cultura?

Antecediéndome a los comentarios de justificación absurdos agregaré, creo no olvidar mi ya extinta juventud y en ese contexto puedo recordar el ímpetu, la inexperiencia y creer que todas las cosas eran simplemente un juego más sin trascendencia alguna, donde uno cometía actos reñidos con la corrección, pero jamás delinquir destruyendo lo que sirve a toda una comunidad. Menos aún amparados en el silencio de progenitores incapaces de enseñar valores.

Al parecer los tiempos actuales han hecho padres encubridores que no saben distinguir un consejo de un castigo, por ese motivo pululan los jovencitos haciendo de las suyas en sus carretes nocturnos que no toman en cuenta el peligro que reviste dejar trozos de vidrios de botellas de bebidas alcohólicas esparcidas en la arena. También observo la cuota de ineficiencia de gestión y responsabilidad de quienes ostentan cargos de autoridad, porque me consta que acá en Tocopilla al igual que en Mejillones se puede solicitar la ayuda de la empresa privada en su política del buen vecino y de aquella forma, esta se hace cargo contratando vigilancia y mantención de bienes que sirven a la comunidad.

Manuel Jopia Neira

crítico social

Un saludo para todos los chilenos en estas Fiestas Patrias con dichos nuestros:

Sabemos que en nuestro Chile, el gato y el ratón nunca son de la misma opinión, sin embargo, la experiencia enseña que del amor al odio un solo paso, y además donde hubo fuego cenizas quedan.

Ahí está la madre del cordero, porque una ola nunca viene sola y es sabido que en el mal tiempo se conoce el buen marinero, aunque muchos no lo quieran, a mar revuelto ganancias de pescadores.

Nunca descuidarse porque por lo general el pez grande se come al pequeño. Eso en nuestro Chile, es como decir la costumbre hace ley, y ojo ya que donde las leyes flaquean los pillos se pavonean.

Porque debemos aceptar que unos nacen con estrellas y otros nacen estrellados. Chilenos, a no desesperar, el que busca siempre encuentra, recordemos que no van lejos los de adelante sí los de atrás.

Corren bien y casi siempre no son todos los que están, ni están todos los que son. Por favor nunca olvidar que lo prometido es deuda, sí porque tenemos otros que se olvidan que no es lo mismo decirlo que hacerlo, y lo peor de todo que nadie sabe para quién trabaja, por lo que se debe estar en las duras y las maduras.

A los que creen saberlas todas, solo deben saber que un buen gallo en cualquier gallinero canta, pero cuidado con los que no se saben la canción, esos bailan cualquier son. Son más peligrosos que mono con navaja, y por favor nunca le paguen a un músico por adelantado, después toca muy desafinado.

Pero estamos en medio de una elección, sí porque toda escoba nueva barre bien y todos hemos comprobado que las palabras se las lleva el viento, incluso algunos aspirantes son mucho ruido y pocas nueces.

Y no olvidar que el papel aguanta mucho, ante cualquier decisión convérselo con la almohada, ve que dos cabezas piensan mejor que una.

Pero se vienen las Fiestas Patrias y sabemos que guatita llena corazón contento, ¿pero cómo lo hacemos? sin mucho efectivo, algunos dicen el dinero no hace la felicidad, pero entre nosotros, aunque el dinero no es santo, hace buenos milagros y se sabe que por plata baila el mono.

Capaz que de repente valga la pena hacerlo por bolitas de dulces, para evitarse entuertos en las fondas a bicho que no conozca no le pises la cola, sin embargo si algo le pasa, no hay mal que por bien no venga, siempre al mal tiempo buena cara.

Felices Fiestas Patrias para todos, siéntanse como chancho en el barro delante de la parrilla y un vaso de vino, sí de vino, sí porque a nadie le hace mal el vino si se bebe con tino.

Unámonos todos, olvidemos que siempre pájaros del mismo plumaje vuelan juntos, sí y por esta vez, volemos juntos y revueltos, para que nuestro Chile sea alguna vez, la copia feliz del edén...¡Viva Chile!

Luis Enrique Soler Milla