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Chile anda como caballo

Jinetes campechanos analizan las famosas carreras a la chilena. Dicen que lo más importante es tener un caballo potente y capaz de arrancar bien en los piques cortos.

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l Mario Saavedra

Por muchos años las carreras a la chilena fueron una disciplina prohibida en Chile. En los tiempos de la Colonia , la época a la que se remonta su origen, muchos hombres apasionados por la velocidad y el galope de los caballos perdieron sus tierras y riquezas. Pero tras su legalización en 2006 y proclamación como deporte típico nacional, su práctica ha cobrado fuerza y los campos de la región del Bío Bío se han transformado en la cuna de grandes exponentes.

Alberto Pinochet es preparador de equinos pura sangre en el Club Hípico de Concepción. Él se considera a sí mismo un "chilenista", o jinete de carreras a la chilena. En las últimas semanas ha estado ansioso, pues espera con ansias unas competencias que se realizarán el próximo jueves en la arena de Hualpén, con motivo de Fiestas Patrias.

A sus 41 años, ha corrido en los campos de gran parte del sur del país, incluso en la época en que galopar por ser el más rápido estaba fuera de la ley. "Este deporte se ha estado profesionalizando con el tiempo. A los primeros que vi hacer esto fue a mis abuelos o a sus papás. Hasta hace muy poco, no había la rigurosidad que hay ahora. Por ejemplo, solíamos montar a pelo y, a lo más, poníamos un poncho hecho con piel de cordero. Las varillas que teníamos eran un palo de colihue, con el mismo con que se hacen los volantines", explicó Alberto.

Con los años, los corredores han optado por utilizar casaquillas, preparar a los animales con su indumentaria adecuada, optando por las garras, herraduras u otros adicionales. Los entendidos señalaron que cada uno de los corredores, dueños y aficionados, quiere mejorar el nivel del deporte para que siga siendo reconocido.

En una carrera a la chilena lo más importante es la velocidad de arranque. La mayoría de los resultados se definen apenas salen del cajón. Por ello, la potencia del animal es vital. "Los caballos que se ocupan en este tipo de competencias también son pura sangre, a diferencia de lo que muchos piensan. No son animales de menor categoría, todo lo contrario", comentó él.

"Es como en el atletismo, hay corredores de maratones, cuyo físico está hecho para largas distancias al igual que los que están en el Club Hípico, o los especialistas en piques cortos. Ellos tienen un cuerpo lleno de músculos, porque ahí lo que prima es la explosión. Es lo mismo con los caballos de campo", ejemplificó el preparador y antiguo corredor.

De hecho, los caballos que él entrena tienen un valor cercano a los diez millones de pesos, pero los precios de un corredor en piques a la chilena andan cerca de los treinta. Según aclaró él, el deporte toma cada vez más fuerza y los dueños de estos equinos se la juegan por tener a los mejores exponentes participando. Por ello se toman un especial cuidado en su selección, alimentación y preparación.

Dado el auge que ha experimentado este deporte típico, Daniel Mora, presidente del Club de Huasos de Penco, se la jugó por traer las carreras a la ciudad. La mayoría de estas competiciones se habían realizado en zonas rurales en donde sólo algunos aficionados tenían el privilegio de verlas. Pero el año pasado, en una fiesta chilena, fue la primera vez que galoparon en el Club Hípico.

"Cuando hacemos las carreras en los campos, no contamos con la tecnología que tiene el Club Hípico para los fallos fotográficos. Cuando hay una llegada muy peleada, un veedor es el encargado de decidir quién fue el que llegó primero. Entonces ahí surgen problemas, porque no todos le creen y es bien complicado", señaló Mora.

El organizador de los piques que tendrán lugar este 19 de septiembre, explicó que "antes todo esto solía ser clandestino, pero gracias a la Ley que se promulgó en 2006, las carreras y todo lo que ocurre alrededor de ellas quedó permitido, incluyendo las apuestas. Por eso estamos contentos de contar para el jueves con fallos que nos permitirán ver hasta quién ganó por milímetros. Además habrá una pantalla gigante que reproducirá los tramos en detalle y también las llegadas".

En una carrera a la chilena, como las que se realizan en el campo, el tema de las apuestas se define entre dos personas. Si alguien quiere apostar, tiene que encontrar a quien le haga la collera. Cuando se ponen de acuerdo, buscan a un tercero, que hace las veces de depositario. Este último, guarda el dinero hasta el fin de la competencia y se lo entrega al ganador.

Mora explicó que ese es el sistema de apuestas que se lleva a cabo hoy en día en el campo y que apasiona a miles de fanáticos. Pero para este jueves, se contará con un sistema de cajas para hacer más sencillo el trámite para quienes gusten participar.

El gerente general del Club Hípico de Concepción, Ricardo Ayllón, está igual de ansioso. Según explicó, la última vez que se hicieron carreras a la chilena encontró las graderías llenas como nunca antes había visto. "Para el jueves vamos a tener artidores, fallo fotográfico, cámaras de televisión y la transmisión del evento que tanto le gusta a la gente. En mucho tiempo no había visto tanta expectación ni las tribunas con tanto público como para esa vez y tengo ganas de que se repita", indicó.

"Quienes habitualmente estamos presenciando la hípica están acostumbrados a carreras de larga distancia. Pero cuando vimos estos piques cortos, quedamos realmente impresionados por la potencia y velocidad que tienen estos caballos. Es algo muy emocionante", añadió Ayllón. J