Familia nos muestra cómo es vivir un mes acampando en la playa
El mar provee. Una dieta con pescados y mariscos casi todos los días. La vida es más simple de lo que se piensa.
l Rodrigo Ramos B.
La mujer ubica la sartén sobre la cocinilla. Enciende el fuego. El chirriar mejora los ánimos. El aroma a pejerrey frito hace regresar las sonrisas a los rostros. Son alrededor de 10 personas, entre adultos, jóvenes y niños.
Hace hambre, dice un chico con una sonrisa tímida. Son pasadas las 13 horas debajo de un telón (tipo malla raschel) que cubre del sol a una mesa larga; puede decirse que es el living de la casa. A los costados de la mesa están dispuestos todos los artefactos para pasar varios días en la playa. Detrás hay un tambor con alrededor de 10 mil litros de agua potable. La familia y amigos de Juan Menares saben de vacaciones largas. Ellos acampan en Punta Rieles, a 20 kilómetros al sur de Mejillones. Lo hacen todos los años. En esta oportunidad se vinieron antes de las fiestas de fin de año, cuenta Menares, por el fallecimiento de sus padres durante el año pasado.
La playa les da todo para vivir. Dice que sus aguas son tranquilas y en consecuencia aptas para los niños.
Juan Menares es de rostro apretado y curtido por el sol. Es delgado pero fibroso. En el cuerpo se lee que el hombre es como un pez. Fácil deducir que el resto de su familia son como peces para el agua. Ríen cuando afirman que todos saben nadar. Esa no es pregunta, dicen.
El protagonista de esta crónica es bien conocido en Mejillones. Hace poco, Menares acompañó al investigador Sergio Nuño (ex La Tierra en que Vivimos) para uno de sus programas televisivos. Menares no quedó conforme con el resultado que se exhibió. Dice que Nuño se guardó el grueso relacionado a la contaminación en la bahía de Mejillones.
Es un tema delicado para los medios, aclara.
Hoy Menares está dedicado al turismo (paseos en lancha en el sector de Punta Angamos). Dice que en este tiempo es posible apreciar a delfines y ballenas. "Ha sucedido que mientras almorzamos vemos a los delfines y cerca (apunta la lancha); también aparecen tortugas cuya presencia es positiva pues ayudan a controlar a la población de medusas. No obstante cuando cae un plástico al mar las tortugas lo confunden con el riesgo que significa para ellas. Nosotros educamos a los visitantes", afirma.
-¿Algunos se quejan por el viento en Punta Rieles?
-Sucede que esto es una bahía reproductora. El viento produce que las aguas vayan cambiando con la consecuencia que los animales desoven.
A su vez, Menares, reconoce que monitorea constantemente la contaminación que experimenta la bahía de Mejillones. El rostro se le arruga cuando discursea sobra la contaminación. Comenta que no tiene compromisos para hablar sobre el tema el cual ha investigado -dice-, pero que lo hace siempre y cuando apaguemos la grabadora.
Los barcos acopiados en Mejillones se ven pequeños e inofensivos desde Punta Rieles. Bajo los barcos está la mugre. Menares recomienda no comer mariscos, como cholgas, extraídas desde el lugar. Aunque dice que la mayoría de los pescadores y buzos de Mejillones, extraen sus productos al sur de Punta Angamos; zona que por las corrientes está libre de cualquier contaminación.
La cáscara de batido adoptó el tono dorado característico. Juan Menares se acerca a la cocinilla. Hace un gesto. Prueba. Luego extrae unas presas de pescado en un plato. Nos invita a probar los pejerreyes.
Luego de comer, explica que los pejerreyes los pesca a la vuelta. En esta fecha los pejerreyes están desovando. No demora nada en pescarlos con un red, dice. Una hora dedicada a la caza para el almuerzo. Mañana le toca a los mariscos. Del océano sale jaiba, navajuela y almejones, entre otros.
Dice que el mar provee, pero hay que tener los implementos adecuados.
Menares afirma que también aprovecha de vender pescado a los vecinos.
El sector que algunos también denominan Playa Rieles todo parece fluir.
Menares dice que el lugar es un escenario natural para observar la fauna marina. Afirma que en julio se pueden apreciar a las ballenas de aleta; en octubre a las orcas y en esta ocasión se pueden ver a los delfines.
Mejillones está a media hora del lugar donde acampan los Menares. De ahí llega el agua, verduras y abarrotes. A veces los fines de semana hacen algún asado; ahí cambian la dieta del pescado, dice nuestro protagonista.
El batido de los pejerreyes está esponjoso. Menares nos ofrece más. J