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Modificación Ley de CazaProblemas con cañerías

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Frente a la polémica suscitada por el decreto que modifica la ley de caza, autorizando el control de perros salvajes, es preciso explicar primero que no se trata de animales domésticos ni tampoco se relaciona con la normativa vigente respecto de la tenencia responsable de mascotas. Y, segundo, conviene aclarar los fundamentos que sustentan dicha medida.

Antes que todo, estos animales al igual que otros depredadores, atacan en medio de los campos, agrupados en jaurías y cazan diversas especies, principalmente ganado menor como ovejas y terneros recién nacidos. Esta práctica perjudica en particular a pequeños ganaderos, cuya única fuente de sustento es el campo. En el 80% de los predios con ganado bovino, el rebaño no supera las 20 cabezas, lo que da una idea de lo anterior, y del impacto patrimonial que estas jaurías provocan a los pequeños ganaderos.

La autorización de su caza - bajo condiciones de lejanía de centros poblados y de viviendas rurales, y sólo realizada por una persona autorizada por el SAG- es una de diversas medidas de manejo predial que realizan los ganaderos para el control de las enfermedades de su rebaño, uno de cuyos vectores son precisamente los perros salvajes. Así, se les posibilita defender su patrimonio, elevar la productividad y colaborar eficazmente con los Planes Nacionales de Erradicación de Brucelosis y Tuberculosis en bovinos, tarea que el SAG viene impulsando hace más de 20 años.

Elevar la condición sanitaria de nuestro ganado permite no solo mayor productividad de la ganadería nacional. Constituye un pilar esencial de las medidas para impulsar su potencial exportador. La ausencia de enfermedades es, de hecho, una de las cláusulas establecidas en los protocolos sanitarios que Chile ha suscrito con diversos países, en los cuales la carne chilena tiene interesantes posibilidades de desarrollo.

Tomas Erber,

presidente SAGO

Ramón Werner,

vice-presidente Fedecarne

Patricio Crespo,

presidente SNA

Creo que la empresa Aguas Antofagasta debería preocuparse de las cañerías que se encuentran en mal estado, pues vecinos de la villa San Rafael y antes fue en el sector del Peuco.

Espero que la empresa tome las medidas del caso, puesto que fueron varias las horas que los pobladores tienen que esperar por el suministro del agua.

Entiendo que son situaciones imprevistas, pero la comunidad no puede estar pagando el pato por ello. Deberían tener un plan de contingencia para esto.

Rosario Aguirre.