Los conductores de las camionetas rojas no solo se creen dueños de las calles, sino que además no respetan a los peatones y no les tiembla la mano al momento incluso de tirar sus vehículos encima.

En Avenida Granaderos siempre transitan a exceso de velocidad y si andan de ganas, pueden respetar el semáforo, pero las señaléticas parecen estar de decoración.

Es pasadas las 18 horas cuando regresan de las faenas es cuando el problema es peor, porque al parecer vienen desesperados por llegar a sus hogares, lo que se entiende, pero por esto no respetan a nadie. Debería existir más fiscalización de Carabineros y no solo pasar partes por estacionarse mal, hay cosas más peligrosas que no se dan el tiempo de vigilar.

Norma Berríos

De verdad que encuentro una vergüenza que unos tipos vengan y asesinen a los animales del interior, tal cual sucedió con esas vicuñas despellejadas.

Esto es una muestra del canibalismo que el ser humano es capaz de llegar a experimentar para solventar sus cochinos negocios.

Por qué acá, por qué con los animales de la zona, que más encima están en peligro de extinción.

Yo no entiendo cómo puede ser posible tanta crueldad, de verdad que me emocioné cuando vi las fotos donde salían despellejadas. Qué crueldad, qué pena.

Para el interior de nuestra provincia hay tantas agencias de turismo y comunidades, por qué no alcanzaron a hacer nada. ¿Habrá algún arreglo en el negocio de las pieles?

Constanza Carrasco

Hace unos días me enteré que la empresa que está vendiendo departamentos a un costado de la municipalidad contempla un parque.

Y es lo que usted se imagina, es el parque de El Cohete.

Me parece alarmante que se venda un lugar donde llevamos a nuestros hijos a divertirse. Donde además fuimos nosotros hoy convertidos en padres.

Sinceramente la noticia me puso nostálgico, fueron tantos los momentos que pasé ahí junto a mi familia y amigos cuando la ciudad era más tranquila que en estos tiempos.

Le ruego al señor alcalde y al que mueve algunos hilos por detrás, que por favor piensen en los ciudadanos y no entreguen uno de los lugares simbólicos de Calama a una empresa.

Un calameño

Los conductores de las camionetas rojas no solo se creen dueños de las calles, sino que además no respetan a los peatones y no les tiembla la mano al momento incluso de tirar sus vehículos encima.

En Avenida Granaderos siempre transitan a exceso de velocidad y si andan de ganas, pueden respetar el semáforo, pero las señaléticas parecen estar de decoración.

Es pasadas las 18 horas cuando regresan de las faenas es cuando el problema es peor, porque al parecer vienen desesperados por llegar a sus hogares, lo que se entiende, pero por esto no respetan a nadie. Debería existir más fiscalización de Carabineros y no solo pasar partes por estacionarse mal, hay cosas más peligrosas que no se dan el tiempo de vigilar.

Norma Berríos

De verdad que encuentro una vergüenza que unos tipos vengan y asesinen a los animales del interior, tal cual sucedió con esas vicuñas despellejadas.

Esto es una muestra del canibalismo que el ser humano es capaz de llegar a experimentar para solventar sus cochinos negocios.

Por qué acá, por qué con los animales de la zona, que más encima están en peligro de extinción.

Yo no entiendo cómo puede ser posible tanta crueldad, de verdad que me emocioné cuando vi las fotos donde salían despellejadas. Qué crueldad, qué pena.

Para el interior de nuestra provincia hay tantas agencias de turismo y comunidades, por qué no alcanzaron a hacer nada. ¿Habrá algún arreglo en el negocio de las pieles?

Constanza Carrasco

Hace unos días me enteré que la empresa que está vendiendo departamentos a un costado de la municipalidad contempla un parque.

Y es lo que usted se imagina, es el parque de El Cohete.

Me parece alarmante que se venda un lugar donde llevamos a nuestros hijos a divertirse. Donde además fuimos nosotros hoy convertidos en padres.

Sinceramente la noticia me puso nostálgico, fueron tantos los momentos que pasé ahí junto a mi familia y amigos cuando la ciudad era más tranquila que en estos tiempos.

Le ruego al señor alcalde y al que mueve algunos hilos por detrás, que por favor piensen en los ciudadanos y no entreguen uno de los lugares simbólicos de Calama a una empresa.

Un calameño