Excarabinero enjuiciado por femicidio insiste en inocencia
Ayer partió el juicio por la muerte de Paulina Miranda, quien murió el 2012 de un balazo en la cabeza.
l Redacción
Ayer, un año y cinco meses después de los trágicos hechos, comenzó el juicio oral contra un excarabinero acusado de asesinar a su polola, de un disparo en la cabeza.
El fiscal adjunto Carlos Lillo, comenzó así con la presentación de la prueba en contra de I. F. C. C., de 26 años, a quien acusa del delito de femicidio en contra de Paulina Miranda Leiva de 20 años, fallecida el 7 de octubre del 2012, luego de resultar baleada en la residencial de calle Bolívar de Antofagasta en la que vivía.
En la audiencia, el joven, que fue dado de baja de la policía uniformada, declaró que pese a que al momento de la muerte de la estudiante ya no eran pololos ni la amaba, seguían viviendo juntos.
Según relató, cerca de las 14 horas conversó con Paulina y le contó que sus planes eran renunciar a Carabineros e irse a vivir a Santiago. La muchacha se habría mostrado conforme con ello y luego él se acostó a dormir, porque le esperaba un turno de noche.
Mientras dormía- dijo - sintió un golpe muy fuerte. Despertó y vio a la muchacha tirada en el suelo, con un arma que era de su propiedad al lado. De acuerdo a su relato, tras ello tomó el arma y la dejó en la cama "para que no molestara la pasada", pidiendo entonces ayuda.
Respecto al arma, precisó que la había comprado en Santiago y la mantenía encima de un frigobar, agregando que le había enseñado a la joven a manipularla.
El fiscal Lillo lo confrontó en la audiencia con una declaración que prestó ante la PDI, pero no reconoció ni el documento ni la firma, indicando que sólo declaró ante Carabineros.
En la primera jornada del juicio, que continuará hoy, prestaron también declaración testigos y peritos como el siquiatra Carlos Torrico, quien atendió al acusado, además de funcionarios del Servicio de Urgencia del Hospital Regional "Dr. Leonardo Guzmán" que atendieron a la joven cuando llegó, la que según precisaron sobrevivió no más de 20 minutos.
Paulina Miranda estudiaba Gastronomía Internacional en la Universidad Tecnológica Inacap, donde ya cursaba su último año.
Se había independizado de sus padres y trabajaba en la pastelería de un supermercado. J
La familia de la joven, que siempre insistió en que se trataba de un homicidio y no un suicidio, exige que se le aplique al exuniformado la pena más alta.
La Fiscalía pide presidio perpetuo simple, es decir, 20 años de presidio efectivo, mientras que el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) solicita que éste sea calificado.
Su directora regional, Marianne San Francisco, asistió al inicio del juicio al ser el organismo parte patrocinante con una querella, "porque el femicidio es la peor forma de discriminación hacia las mujeres", dijo, reiterando el llamado a denunciar.