Fundado el 3 de Mayo de 1979
Director:
Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Abaroa 2051
Fono:
Director:
Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Abaroa 2051
Fono:
dinos lo que piensas
Señor director:
Fui a la Feria Rotativa que se instala en Avenida Ejército con Alejandro Rodríguez, para comprar las cosas que necesita para preparar todo para estas Fiestas Patrias.
Coticé y además de hacer una crítica a los feriantes, porque tenían los precios muy inflados y por las nubes, hubo dos cosas que me llamaron profundamente la atención y que creo no es bueno dejar pasar.
Además del estrecho espacio que hay, me di cuenta que hay personas que de forma indiscriminada ofrecen remedios, incluso antibióticos que deben ser vendidos con receta médica, como si estuvieran vendiendo una aspirina. Andan con cajas de cartón, es decir no respetan ni siquiera las normas para mantenerlos en buenas condiciones, y más encima se toman la patudez de recomendar a los paciente como si fueran verdadero médico o químicos farmacéuticos.
La gente no entiende que con esto pueden dañar más salud e incluso hacer cuadros de intoxicación medicamentosa.
Con la salud no se juega y a veces es mejor invertir un poco de dinero o armarse de paciencia e ir a los SAPU, que además siempre están vacíos porque la gente insiste con solo ir al hospital.
No digo que la gente actúe de mala fe, pero sí juega con la ignorancia y desesperación de las personas.
Lo que más me preocupó es que jamás se ve un control policial para evitar este tipo de hechos.
Se preocupan más de quienes venden discos piratas, que si bien entiendo que es un delito, no le hacen daño físico a nadie y no exponen a muerte a la población.
Espero que se intensifique el control de la autoridad pertinente, para no tener que lamentar una pérdida por esta venta irresponsable e indiscriminada de medicamentos en las ferias libres de la ciudad.
Sonia Yáñez
Aplaudo la entrada en vigencia de la Ley Emilia, pero por otro lado lamento profundamente que vivamos en un país, donde si no existe sanción de por medio, nadie tienen una buena conducta.