Han sido años difíciles, donde la soledad y sobre todo el encierro, ha sido la tónica para Jhon y Araceli, quienes desde una semana comenzaron a cambiar sus vidas.

l Para el próximo año esperan continuar con la iniciativa replicándola con nuevos cursos para otros internos que cumplan con requisitos de buena conducta o tengan las ganas de participar y dar un giro a su vida a través de estos talleres.