Los Salinas y el desafío de dar y recibir vida
FOTOS: IGNACIO ARAYA
Cada año, Obdulia Ganiffo hace el mismo viaje hasta Santiago. Recorre los 1.378 kilómetros que separa Antofagasta de la capital, toma una locomoción que la deje en Recoleta, y sube el Cerro Blanco para cuidar dos arbolitos. Los riega, pinta las piedras que lo rodean, y verifica que todo esté bien cuidado.