Fundado el 3 de Mayo de 1979
Director:
Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Abaroa 2051
Fono:
Director:
Sergio Mercado Richards
Representante legal:
Carlos Rodríguez Pérez
Domicilio:
Abaroa 2051
Fono:
dinos lo que piensas
Me van a disculpar, pero definitivamente no puedo entender en qué cabeza cabe amenazar a menores de edad, a inocentes que no pidieron venir a este mundo y que menos aún tienen en su mente atentar contra alguien. Cómo es posible que sea un Tribunal quien deba tomar medidas extremas como resguardo policial para que a cinco niños no les ocurra nada, porque están amenazados por su propia familia, esa misma que debería entregarle seguridad. En qué mundo estamos viviendo. Los niños deben ser nuestro máximo tesoro, sin embargo hoy parece ser que muchos los tienen, pero se olvidan de todas las responsabilidades que involucra ser padres. Quizás en un hogar y lejos de su familia, estos niños puedan crecer mejor.
Isabel Castillo
Señor director: Soy una apoderada molesta con los profesores por el paro que están sosteniendo en los últimos días. Primero, no puede ser que exista un quiebre dentro del mismo gremio. Creo que como tal deberían actuar unidos, porque es la única forma de tener fuerza. Comparto muchas de sus demandas. Hoy ser profesor es casi un apostolado con lo difícil que están los jóvenes, pero no entiendo por qué lo hacen cuando falta tan poco para que finalice el año. Perjudican sobre todo a quienes deben terminar procesos de enseñanza media o básica. Aquí lo que debería primar es el sentido común y no perjudicar al alumnado. Esperemos que lleguen a una pronta solución que al fin los beneficie y que también salve a los estudiantes.
Qué gran iniciativa comenzar a fiscalizar a quienes trabajan como asesoras del hogar. Muchas de esas mujeres, que cuidan a los hijos de sus patrones, los acompañan e incluso en casos le escuchan sus penas, no son reconocidas en la gran labor que realizan. Aunque uno piense que quedó en el pasado, todavía hay patronas que las tratan prácticamente como esclavas. Olvidan que son una trabajadora más, que debe tener espacio para sus comidas y a quien se le debe respetar su descanso. Cuánto nos demoramos en Chile en reconocer este trabajo honesto y esforzado, donde finalmente la familia donde se trabaja es con la que más comparte incluso por sobre la propia. Esperemos que esto sirva para dignificar su labor, que muchos les permite trabajar tranquilos.