Ayer fue una mañana como cualquier otra. Estaba remojando mi guatita en el Trocadero y me sumergí harto rato, dejando solamente mis ojos afuera. ¡Pucha que estaba relajado! En eso, me quedé mirando unas niñas que van a la playa solamente a tomar sol. Pusieron una toalla, unos lentes de sol, y se quedaron harto rato ahí.
De pronto, onda tipo hora de almuerzo, las niñas no aguantaron más y decidieron arrendar un quitasol. Pero cómo, dije yo, si vienen por el puro sol. Salí del agua a investigar y literalmente empecé a asarme como un costillar. El calor era insoportable, más aún que el otro día cuando les hablaba de los 24 grados que sentíamos en la ciudad.
RÉCORD
Es que ayer, fue el récord, de verdad. A las 14:02 horas, según la Dirección Meteorológica de Chile, en la Perlita del Norte se sintieron unos agobiantes 29 grados, temperatura suficiente como para hacer unos huevos fritos en el pavimento.
"En realidad es un fenómeno relacionado con la subsidencia", cuenta Luis Gutiérrez, que estaba ayer de meteorólogo de turno en Santiago. "Son movimientos de aire descendente que calientan el aire en las regiones donde predomina el anticiclón del pacífico", dijo. Hacía tanto calor que el teléfono se me estaba derritiendo en la oreja.
-Es que debería tender a descender, a 25 o 24 grados- explicó Luis.
Me puse por primera vez en mi vida unas chalas, elemento que pensé que sólo los humanos usaban para ir a la playa.Las niñas que se quedaron a tomar sol devolvieron el quitasol como a las cinco de la tarde, cuando ya no era tan desesperante la cosa. Tenía que volver al diario a escribir, y me preguntaron por qué tenía las patitas vendadas, y les expliqué la historia. En eso, me avisan que tengo una misión especial que implica un viaje... ¡Mañana les cuento amigos! J
l No fuimos los únicos que ayer andábamos jugosos (de calor, por supuesto). En el glorioso puerto salitrero de Tocopilla, se registró una máxima de 27.1 grados. Lo peor, es que fue súper tarde, cuando acá ya había bajado el sol, y allá se estaban asando: ¡A las 6 de la tarde!
l Don Coco, el cocodrilo