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Vicentico y homenaje a Cerati llenaron de nostalgia la Quinta

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La cuarta jornada festivalera estuvo marcada por el homenaje que se le hizo a Gustavo Cerati.

"Gracias, hermosos monstruos", se escuchaba por los amplificadores de la Quinta Vergara, en la voz de Cerati, en el inicio del homenaje al cantautor argentino fallecido en septiembre de 2014.

La frase corresponde a la última ocasión del ex líder de Soda Stereo en el Festival de Viña del Mar (2007) y que se replicó por todas las pantallas de la Quinta, emocionando a los espectadores.

La cúspide del homenaje fue con uno que conoció de cerca a Cerati, haciendo dueto con él: Pedro Aznar, músico que no solo compartió escena con el autor de "Te llevo para que me lleves", sino que además desarrolló proyectos musicales como Tango 3 (junto a Charly García, y que nunca vio la luz), y una sesión junto a Roger Waters y Shakira, para la fundación de esta última.

Tras el homenaje a un grande la música vino la presentación de otro argentino, Vicentico.

"Ya no te quiero", una de sus piezas de mayor éxito en solitario, fue la que dio apertura al turno del también vocalista de Los Fabulosos Cadillacs, quien fue recibido por un público mayoritariamente suyo, pero también poco dado a los griteríos y otras dinámicas que parecen poseer a quienes ingresan a la Quinta Vergara.

"Siguiendo la luna", ampliamente coreada por el público, fue uno de los momentos de mayor comunión del show. Incluso más que aquel que, al parecer, estaba llamado a desencadenar esa corriente emotiva: El tema "El rey del rock & roll", dedicado "con amor para Gustavo", para seguir marcando que la velada era para Cerati.

Y antes de dejar la Quinta, con todos los premios muy bien ganados, entonó los mejores éxitos de Los Fabulosos Cadillacs para cerrar una noche redonda para Vicentico.

MURILLO triunfador

Era el gran secreto de Viña. Pocos conocían las rutinas de stand-up comedy de León Murillo, pero con su talento hizo reír a la Quinta y se llevó todos los premios.

Hizo lo que sabe hacer muy bien, humor sobre lo que vivimos a diario los chilenos, repasando a los políticos, retratando la vida en pareja y demostrando que el stand-up se ganó un lugar en el Festival de Viña.

No tuvo filtro, se tiró con todo, lo que le costó que la rutina de la "mirada del cocodrilo" no fuese mostrada por la señal televisiva, con la que cerró se debut en el festival.

El cierre de la cuarta noche comenzó con la presentación de un poeta de la música, Pedro Aznar. El ex Serú Girán vivió su retorno al Festival de Viña del Mar luego de un paso en 2003, cuando sus minutos en escena se limitaron solo a los que le brindó Charly García en su show. Su regreso fue en grande y entregando sus mejores éxitos.

El broche final lo puso la agrupación puertorriqueña "Cultura Profética" que ratificó en el escenario de Viña del Mar que su éxito en Chile no es mera suerte. J

l Cultura y Espectáculos

Vicentico y homenaje a Cerati llenaron de nostalgia la Quinta

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La cuarta jornada festivalera estuvo marcada por el homenaje que se le hizo a Gustavo Cerati.

"Gracias, hermosos monstruos", se escuchaba por los amplificadores de la Quinta Vergara, en la voz de Cerati, en el inicio del homenaje al cantautor argentino fallecido en septiembre de 2014.

La frase corresponde a la última ocasión del ex líder de Soda Stereo en el Festival de Viña del Mar (2007) y que se replicó por todas las pantallas de la Quinta, emocionando a los espectadores.

La cúspide del homenaje fue con uno que conoció de cerca a Cerati, haciendo dueto con él: Pedro Aznar, músico que no solo compartió escena con el autor de "Te llevo para que me lleves", sino que además desarrolló proyectos musicales como Tango 3 (junto a Charly García, y que nunca vio la luz), y una sesión junto a Roger Waters y Shakira, para la fundación de esta última.

Tras el homenaje a un grande la música vino la presentación de otro argentino, Vicentico.

"Ya no te quiero", una de sus piezas de mayor éxito en solitario, fue la que dio apertura al turno del también vocalista de Los Fabulosos Cadillacs, quien fue recibido por un público mayoritariamente suyo, pero también poco dado a los griteríos y otras dinámicas que parecen poseer a quienes ingresan a la Quinta Vergara.

"Siguiendo la luna", ampliamente coreada por el público, fue uno de los momentos de mayor comunión del show. Incluso más que aquel que, al parecer, estaba llamado a desencadenar esa corriente emotiva: El tema "El rey del rock & roll", dedicado "con amor para Gustavo", para seguir marcando que la velada era para Cerati.

Y antes de dejar la Quinta, con todos los premios muy bien ganados, entonó los mejores éxitos de Los Fabulosos Cadillacs para cerrar una noche redonda para Vicentico.

MURILLO triunfador

Era el gran secreto de Viña. Pocos conocían las rutinas de stand-up comedy de León Murillo, pero con su talento hizo reír a la Quinta y se llevó todos los premios.

Hizo lo que sabe hacer muy bien, humor sobre lo que vivimos a diario los chilenos, repasando a los políticos, retratando la vida en pareja y demostrando que el stand-up se ganó un lugar en el Festival de Viña.

No tuvo filtro, se tiró con todo, lo que le costó que la rutina de la "mirada del cocodrilo" no fuese mostrada por la señal televisiva, con la que cerró se debut en el festival.

El cierre de la cuarta noche comenzó con la presentación de un poeta de la música, Pedro Aznar. El ex Serú Girán vivió su retorno al Festival de Viña del Mar luego de un paso en 2003, cuando sus minutos en escena se limitaron solo a los que le brindó Charly García en su show. Su regreso fue en grande y entregando sus mejores éxitos.

El broche final lo puso la agrupación puertorriqueña "Cultura Profética" que ratificó en el escenario de Viña del Mar que su éxito en Chile no es mera suerte. J

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