Mucho se ha oído hablar de la dieta mediterránea pero aun así queda harto por saber de este estilo de alimentación que se distingue por ser rica en fibra, en antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados, como también baja en grasas saturadas y colesterol. "Es una dieta heredada por miles de años que llevan, principalmente, los países de la cuenca del mediterráneo, ya que geográficamente están favorecidos por el cultivo de ciertos alimentos locales y que se consumen según temporadas", explica Sara Parra, nutricionista de Megasalud.
Pero hay varios mitos y verdades de esta dieta que es necesario aclarar. La especialista detalla lo siguiente respecto a los mitos que giran en torno a ésta:
Es imposible llevarla en otros países fuera del Mediterráneo: "Es factible llevarla en nuestro país, por ejemplo, pues los alimentos que incluye se producen en Chile".
Es demasiado cara e imposible de llevar: "Si bien el aceite de oliva no es muy barato, la dieta incorpora legumbres y huevo, que resultan ser económicos y compensan el precio de los productos más costosos".
Lo mejor de la dieta mediterránea es el antioxidante del vino: "Ojo con recomendar el vino. Aunque la dieta lo sugiere, en Chile existen alimentos ricos en antioxidantes, como maqui y berries; por lo tanto, si una persona tiene contraindicado el consumo de alcohol, debe reemplazar el vino".
Sobre las verdades de la dieta mediterránea, la nutricionista afirma que ésta contribuye en el cuidado cardiovascular del organismo "al ser rica en antioxidantes, fibra, ácidos grasos omega-3 y omega-9". J
l Respecto a su efectividad, la especialista cuenta que el 2013 la revista New England of Medicine publicó resultados de un estudio del Dr. Estruch -de 10 años- en España, que reflejó que "esta dieta redujo en un 30% la incidencia de complicaciones cardiovasculares en personas con riesgo". Además, "no hay evidencia de efectos rebote porque no es una dieta restrictiva, sino que un estilo de alimentación o forma de vida", agrega, destacando que desde 2010 y por determinación de la Unesco, la dieta mediterránea constituye un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
l Redacción