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'La segunda vez Diego me regaló su camiseta'

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Fue una de las tantas derrotas que la selección chilena ha sufrido ante la Albiceleste. Fue un 1 a 0 en contra en Goiania, Brasil, Copa América de 1989. El "Cóndor" Rojas no pudo evitar el gol de Claudio Paul Caniggia, sin embargo, ese partido quedó en el recuerdo por otra cosa.

Esa selección trasandina de Carlos Salvador Bilardo tenía como gran atracción a Diego Armando Maradona, pero el DT chileno de entonces tenía un plan. Total, en ese tiempo no era tan mal visto salir a "ratonear" ya que ni se conocían por estos lados a Bielsa ni a Sampaoli.

El "Cabezón" Aravena sabía que en su equipo había alguien capacitado para marcar al Diego. "Don Orlando me dijo que lo marcara yo, porque por mis condiciones naturales de correr y no cansarme nunca; era el indicado", recuerda Héctor "Ligua" Puebla.

Esa no había sido, no obstante, la primera vez que el entonces mejor jugador del mundo había sufrido con el rigor de la marcación del oriundo de Valle Hermoso.

"Yo la había marcado ya, en Buenos Aires, en un amistoso que también perdimos uno a cero. Maradona no estaba acostumbrado a regalar camisetas de Argentina, él no había regalado nunca una", señala Puebla.

AHORA SÍ QUE SÍ

Por eso esa primera vez en la capital federal fue sin premio para el todocampista que brillaba en Cobreloa y en la selección, pero "la segunda vez que se presentó la posibilidad de marcarlo en Brasil, yo le pregunté... ¿y?... Sí, ahora sí que te la voy a regalar, me dijo", evoca el también conocido como el "siete pulmones".

- "La primera vez fue más complicado. Se trataba de marcar al mejor jugador del mundo, que venía de Italia. Sentí un poquito de nervio, pero cuando lo vi entrar a la cancha me di cuenta que era un poco más chico que yo... jeje, dije 'este no me la puede ganar'. Lo marqué de la misma manera en Buenos Aires y en Brasil, donde fue mucho más importante, porque era un partido oficial de Copa América en que quedamos en el mismo grupo de Argentina".

Pero esa camiseta franjeada que hasta el día de hoy el "Ligua" Puebla atesora en su hogar, no fue gratis ni porque Maradona fuera muy generoso.

"Él reconoció también que la marcación que le hice fue sin foules descalificadores como le había hecho un peruano en un partido anterior y como le hacían casi todos", afirma Puebla.

- ¿Te preparaste de alguna manera especial ese día?

- "No en realidad, yo confiaba con las condiciones que yo tenía no más. A mí me gustaba anticipar mucho y don Orlando me encomendó a mí esa misión por eso. La misión que yo tenía era que no le llegara la pelota a los pies porque si era así, te podía hacer cualquier cosa".

AHORA VIENE MESSI

La Copa América que se viene ahora será con Chile de local, pero en la Argentina 2015 si bien no está Maradona, está Messi, la gran amenaza para cumplir el ambicioso sueño de levantar por fin el trofeo continental.

Para Héctor Puebla el desafío de ahora es casi tan tremendo como el que le tocó a él hace 26 años. "Yo creo que Messi es igual que Maradona casi, porque con la pelota en los pies es complicadísimo, imparable cuando agarra velocidad".

En relación con quién podría marcar a Messi o si es preferible tomarlo 'hombre a hombre', el Ligua es cauto y señala que "no sé si será bueno marcarlo a él no más, porque detrás aparecen otros como Higuaín, Tévez, el kun Agüero. Además, ignoro que estrategia prepara Sampaoli", dice el crack loíno de los 80, sin tomar partido por Medel o Vidal para realizar una misión parecida a que él hizo el 89.

tres COPAS ESQUIVAS

Tal vez Héctor Puebla representa un poco el sino de nuestro fútbol. Tuvo una gran carrera, acarició la gloria tres veces, pero siempre la copa de turno se la llevaron otros, siempre los del Atlántico.

Así el "Ligua" vio pasar frente a sus narices la Libertadores, pero el Cobreloa de Vicente Cantatore se inclinó frente al Flamengo de Zico (81) y frente a Peñarol (82).

Otra historia que casi fue feliz para Puebla, fue la Copa América de 1987. Así la recuerda. "Esa Copa fue especial para todos, partimos con muchos problemas desde Chile, no había acuerdo por los premios, que íbamos que no íbamos".

Ya en territorio argentino las cosas no fueron más confortables para ese plantel chileno. "Recuerdo que llegamos a Córdoba y nos alojamos en unas cabañas donde habíamos cuatro por pieza", cuenta el 7 pulmones, quien revalida esa anécdota que algunos futboleros saben de cuando le paró los carros a Zamorano, "él quería quedarse con la mejor cama, pero era jovencito en esa época y le dije 'sale oh, déjale esa cama al Koke (Contreras) que viene de España y era la figura', en un grupo que completaba Basay".

- "Sí, nosotros no lo podíamos creer cuando estábamos jugando la final con Uruguay, que jugó dos partidos, le ganó a Argentina y a nosotros y fue campeón. Ojalá se repita ahora con esta selección que llegue a la final acá de local, pero que la copa se quede acá".

De todas maneras Puebla llama a la tranquilidad. "Toda la gente cree que Chile tiene que ser campeón porque sí, y la cosa no es tan así porque hay que dejar atrás a equipos tan fuertes como Argentina y Brasil".

- "A ver, en ese tiempo de nuestro equipo sólo estaban en el extranjero el "Cóndor" Rojas y Fernando Astengo, que estaban en Brasil, Basay que jugaba en Francia y el "Koke" en España... pero eran de equipos 'ahí no más', no como ahora que Bravo está en el Barcelona, Vidal en la Juventus, Alexis en el Arsenal, y peleando cosas importantes".

Pero el asunto es que esa selección del 87 llegó a una final de América, mientras la actual con todos sus estrellas aún debe recorrer ese camino.

"En esa Copa pasamos a Colombia que nos tuvo ahí, y antes a Brasil (el recordado 4-0), en un partido que marcó mucho, porque hasta las Eliminatorias del 89 nos tuvieron mucho respeto los brasileños".

Pero esa situación no se canalizó bien y se llegó al Maracanazo y la bengala de Rojas. "Los duelos con Brasil se dieron en un ambiente muy tenso, como que se fue para otro lado la cosa, no se enfocó a la parte futbolística que a nosotros nos convenía porque llegábamos con mucha confianza".

ACÁ SE LO FARREARON

- "Cuando tenía 16 años me fui a probar a todos los clubes de la zona, Calera en primer lugar, después San Luis. El último fue San Felipe, allí incluso hice el servicio militar".

El Ligua agrega que "ya daba por perdido ser futbolista profesional. El 77 tras dos años sin jugar me fui a probar a Lota como última chance". Ahí conoció a Luis Ahumada y Vicente Cantatore y la historia cambió. J