Carcuro mostrará la belleza de la Perla
Era el Mundial de Francia '98. El mundo estaba asustado con la crisis asiática, las vacas locas y la supuesta acabada de mundo del año dos mil. Y en Bahía Cocodrilo, mi papá se trepaba a un techo instalando una antena para poder ver los partidos de Chile en ese equipo espectacular donde jugaba Zamorano, Salas y el Coto Sierra.
Chile jugaba contra Italia, estábamos todos expectantes. Lo que más recuerda mi papá es ese golazo del Matador que parecía nos daba el triunfo. Ese lo relató Pedro Carcuro y, en parte, le aportó algo de esa gloria. "¡Marcelo, Matador, Marcelo, Matador! ¡Salas, Salas por dos!, ¡Marcelo Salas no perdona!, ¡Se subió al cielo, en una mágica escalera!, ¡Les ganó a los grandotes italianos!, ¡Y mete el cabezazo abajo, a un rincón, a la derecha, donde no pude llegar Pagliuca no puede llegar!..."
Lo que viene después es sabido por todos. El sinvergüenza de Bouchardeau le dio un penal gratuito a Italia y terminó empate. Ese señor reconoció años después que se equivocó cobrando esa mano inexistente de Ronald Fuentes, pero nunca olvidaremos cuando millones de chilenos nos acordamos de su mamá.
Hace unas semanas, años después de ese memorable relato, me encontré con Pedro Carcuro en plena calle Condell. El mítico relator estaba realizando unos reportajes para Televisión Nacional donde recorre las sedes de la Copa América, y justo andaba por Antofagasta. De hecho, mañana se emitirá el capítulo, por la noche.
"Da la sensación de un poco de injusticia", dijo don Pedro a propósito que nos tocaron apenas dos partidos en el Calvo y Bascuñán. El estadio le gustó harto, dice. "Cuesta elegir el estadio más bonito, pero el Calvo y Bascuñán podría decir que es el mejor… pero el de Concepción está quedando precioso", comentó esa vez.
En su visita a la capital regional, don Pedro recorrió con asombro los lugares que nosotros transitamos todos los días: las Ruinas de Huanchaca, el Paseo Prat, el Estadio Calvo y Bascuñán. Si hasta se dio el tiempo de comerse una rica arepa de nuestros amigos colombianos.
Mientras esperábamos en el centro, con Pedro Carcuro jugamos un partido de Taca Taca: fue un momento increíble. Uno de los periodistas del Diario que me acompañaba le hizo un gol al relator en un difícil partido. El marcador final fue clarísimo, sin apelación: La Estrella 1, Carcuro 0. Pura buena onda él. J