La dolorosa tarea del equipo de Servicio Médico Legal
"Aprende a vivir bien y sabrás morir mejor", reflexionaba Confucio, luego Anatole France sentenció: "Morir es tan sencillo y tan aceptable como nacer", pero estos grandes pensadores tal vez nunca imaginaron que este proceso natural tiene un escenario especial en nuestra región, donde sus habitantes viven agobiados por diferentes factores hasta que inexorablemente caen en las redes de este personaje siniestro que no perdona.
Si dejamos de lado a los insignes filósofos y por un momento aterrizamos en nuestra cruda realidad, encontramos que en Antofagasta las personas dejan de existir por una amplia variedad de factores, desde que están en la cuna - muerte súbita- hasta que caen asesinadas en la calle, a manos de un vulgar delincuente que saca un arma y violentamente acaba con su vida, sin descartar al irresponsable que conduce en estado de ebriedad.
Estos y otros casos son materia de interés judicial, porque invariablemente son los jueces y fiscales quienes se encargan de administrar justicia cuando el sentido común lo exige.
A las mencionadas autoridades se suman policías, abogados y los sacrificados funcionarios del Servicio Médico Legal (SML), organismo encargado de investigar científicamente el cuerpo de un fallecido, hasta determinar la verdadera causa del deceso. El trabajo es realizado por médicos y técnicos tanatólogos, que primero concentran su accionar en la observación del lugar donde fue encontrado el cuerpo, participan en el levantamiento del cadáver, hasta terminar con las pericias científicas las verdaderas causas de la muerte, cuyo informe final es entregado al fiscal o magistrado que ordenó el procedimiento.
ACCION HUMANA
Milenko Peralta en uno de los cinco técnicos tamatólogos del SML, equipo que asiste al médico forense en la pericia del fallecido, funcionarios que por la complejidad del trabajo no están exentos del dolor ante la muerte de un semejante, aunque todos argumentan que sicológicamente están preparados para enfrentar esta dolorosa misión.
"Trabajamos con profesionalismo y entrega verdaderamente humana, aunque la muerte a todos nos afecta. Sin embargo, este trabajo debe realizarse con mucha concentración, porque una autopsia busca determinar la verdadera causa del fallecimiento, lo que posteriormente deberá favorecer la investigación en caso de tratarse de una muerte sospechosa, o donde haya existido la participación de un posible homicida".
Aún así, Peralta sostiene lo que más le impacta son los casos de los niños. "Es terrible ver un cuerpo infantil que ha sido sometido a abusos sexuales o los restos de jóvenes que se han quitado la vida. Esto es muy doloroso y lo que es más desgarrador, son los familiares desesperados porque no entienden los motivos del suicidio. Visto desde cualquier ángulo, la maniobra de autoeliminación deja una huella imborrable, un sentimiento de culpa casi catastrófico en una familia. Parece que todo se destruye y luego surgen las recriminaciones entre padres y hermanos, porque es en ese momento cuando las personas reconocen que en algo han fallado, que no fue suficiente la entrega de amor, de comprensión o de una palabra de aliento para quien más la necesitó".
A falta de evidencias físicas, el equipo profesional continúa indagando hasta llegar al terreno del laboratorio, donde la toxicología, determina si hubo ingesta de veneno o mal uso de medicamentos.
En el caso de suicidio, la maniobra más recurrente es la asfixia por ahorcamiento, procedimiento donde además interviene la policía y el personal del Hospital Regional, algún consultorio de Atención Primaria y hasta Bomberos, dependiendo del grado de desesperación de los deudos.
Esta acción desencadena un gran impacto entre los familiares y amistades de la víctima que no saben qué hacer o dónde recurrir por ayuda. Es ahí donde aparece la figura del funcionario del SML, que los alienta y les ayuda con sus sabios consejos, rescatados de la experiencia de una labor que va de la mano con la muerte.
Casos hay miles, porque la muerte aguarda en cualquier rincón. Ella sabe que al final terminará cumpliendo con su cometido.
Así ocurrió con el caso de una mujer que falleció impactada por un camión mientras hacía el aseo en el living de su casa. No es que el vehículo haya penetrado en la vivienda. Esto ocurrió hace varios años en el sector norte de la ciudad, cuando un vehículo pesado transitaba libremente por una calle cuyo pavimento se encontraba en pésimo estado. Una de las ruedas posteriores cayó en un bache, provocando el violento desprendimiento de su aro. El artefacto matálico voló por el aire y penetró por la ventana de la desventurada dueña de casa, impactando sobre su cabeza, lo que le ocasionó una muerte instantánea. Como para no creer tanta desgracia.
DECANO
Es el funcionario con más años de experiencia en el Servicio Médico Legal de nuestra ciudad. Julio Alvarez también es conocido y respetado por su gestión como dirigente gremial de los trabajadores de la Salud. Son 32 años de experiencia y más de 6 mil autopsias desde que comenzó en el Servicio de Patología del Hospital Regional.
"Hoy todo es distinto, ha evolucionado, mejorado y estamos mejor preparados, tenemos más conocimientos y mejor capacitación profesional para enfrentar las dificultades propias de una actividad difícil, de estrecho contacto con la gente afligida, personas a las que tenemos que ayudar en todo lo que esté a nuestro alcance", explica el técnico experto.
Tocado el punto más sensible de este reportaje, Julio Alvarez de inmediato reconoce que lo que más le ha impactado fue el homicidio de una niña tocopillana, que fue violada y luego estrangulada. El o los autores de este horrendo crimen botaron el cuerpo de esa criatura en la vía férrea. "También me impactó el crimen del Bazar Glorita, caso que aún no se ha resuelto. Lamentablemente son cosas que ocurren y nosotros tenemos la obligación de atenderlas e inmediatamente desconectarnos de ellas, porque de lo contrario estaríamos todos locos", reflexiona.
ALGUNAS CIFRAS
El índice estadístico del SML señala que entre 2011 y 2013 se realizaron más de 700 autopsias médico legales, siendo los accidentes de tránsito la causa con mayor número de fallecidos.
A esto se suman 52 homicidios, 76 suicidios, 198 accidentes de transporte, 20 accidentes de trabajo, 44 accidentes domésticos y 40 víctimas por otras causas.
Las enfermedades también cobraron una suma importante, con 177 muertes de adultos, además de 11 fallecimientos de guaguas.
EXPERTO
Una voz autorizada en el tema es la del doctor Juan Cabanne, tanatólogo de vasta experiencia en la ciudad, que reconoce que los accidentes de tránsito llevan una gran ventaja en la zona.
"Es doloroso ver cómo la gente se mata. Jóvenes, ancianos y niños mueren destrozados en choques y atropellos, hechos que perfectamente se pueden evitar respetando las leyes del tránsito. La responsabilidad individual a la hora de conducir un vehículo motorizado no concuerda con las campañas de autocuidado, menos aun cuando las calles están llenas de hoyos".
El médico también hace notar los resultados de la imprudencia, impericia y audacia de los conductores jóvenes, principales responsables de muchos accidentes. "Lamentablemente hemos perdido la capacidad de asombro al ver tantos y tan variados casos", recalca.
EXPERTO
La vasta experiencia del técnico tanatólogo Nelson Olave se justifica con sus 17 años de ejercicio como paramédico del Servicio de Urgencia del Hospital Regional, un curso de rescate vehicular, experto en rescates mineros, en altura, aeromédico y desastres naturales.
Pese a todos sus conocimientos, para Olave la situación más difícil en su vida fue el peritaje el cuerpo de la estudiante de medicina Cecilia Julio Bolados, asesinada alevosamente en diciembre del año pasado.